La Nación
EDITORIAL

Se acabó la ‘zanahoria’

Ayer, terminaron los seis meses de pedagogía del Código de Policía. Desde hoy, quienes contraríen las normas de convivencia allí contempladas serán acreedores a multas, que van desde los casi $100.000 hasta los casi $800.000. Se trata de multas reales, que el infractor deberá pagar en dinero en efectivo. Por ejemplo, si usted reporta falsas emergencias a la línea 123 deberá pagar una multa de $786.880. Esta misma multa deberá pagar si hace necesidades fisiológicas en espacios públicos. Si realiza actos sexuales, obscenos o exhibicionistas en vía pública se hará acreedor a una multa de $368.000. Entre tanto, los vecinos ruidosos, a quienes les encanta poner la música a alto volumen, deberán pagar una multa de $393.440. Quien lave un vehículo en vía pública o deposite basuras en el espacio público podrán recibir una multa de $98.360. No recoger los excrementos de las mascotas, le hará acreedor a una multa de $98.360. En resumidas cuentas, se acabó la ‘zanahoria’ del Código de Policía y empezará el ‘garrote’. Según cifras de la Policía Metropolitana de Neiva, durante los 6 meses que duró la etapa pedagógica, se impusieron cerca de 3.000 comparendos.

Está claro que la Policía, humanamente, le será imposible atender todos los casos de vulneración de las normas del Código de Policía. Frente a un caso de un robo y el de alguien que no recogió los excrementos de su perro, la Policía priorizará seguramente la comisión de un delito. Por eso, este Código de Policía debe es generar conciencia y llamar la atención de quienes atentan contra las más elementales normas de una sana convivencia. Al ciudadano que sabe que es un buen vecino, que actúa correctamente, no debe preocuparle la implementación del Código de Policía.

“Este Código de Policía debe es generar conciencia y llamar la atención de quienes atentan contra las más elementales normas de una sana convivencia”.

EDITORIALITO.

Resulta emotivo saber que desplazados por la violencia estén de regreso a Santana Ramos, Caquetá. Triste que la vía principal siga en deplorable estado.