Rodrigo Villalba Mosquera
El próximo 27 de octubre se realizarán las elecciones regionales para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. Y desde ya el llamado a los electores es para que elijan bien, para que analicen con lupa las hojas de vida de los candidatos, ponderando la experiencia, probidad y credibilidad sobre cualquier otra cosa. Hay que elegir bien para evitar esa frecuente decepción con los elegidos.
A estas alturas del partidor deberíamos estar en una tranquila precampaña, donde los precandidatos apenas calentaran motores, estructurando sus cuadros y buscando aliados, deberíamos estar trabajando en la propuesta programática. Pero no fue así. La campaña se adelantó por cuenta de la selección del candidato del Partido Conservador, definición que se dará mediante el mecanismo de la encuesta (Jorge Fernando- Chavarro- Héctor Aníbal). En democracias fuertes cuando hay varios precandidatos en la búsqueda del aval de un partido, éste es escogido exclusivamente por su militancia, es decir los carnetizados, sin embargo, en Colombia la normatividad lo permite.
Lo cierto es que por esta circunstancia se adelantó la campaña y le corresponde a los otros candidatos alterar un poco su cronograma y abrirla, saliendo a las calles, recorriendo pueblos, diseñando la estrategia mediática e interactuando con la gente. En esas andan Manuel Macías, un buen ejecutivo, estudioso, empresario; Héctor Javier Osorio, dirigente apreciado en la comarca; Armando Saavedra, probando suerte; y también Luis Enrique Dussan a quien conozco a cabalidad como un hombre probo, limpio, ejecutivo, conocedor como nadie del Huila y en especial del sector agropecuario.
Veo cuajando la candidatura de Dussan. Están los paisanos valorando su profesionalismo, su profundo conocimiento del agro que coincide con la vocación económica de la región, y por sobre todo que jamás se ha visto envuelto en escándalos, en ningún “rollo”. Nadie puede sindicarlo de algún proceder indebido en el ejercicio de su actividad pública o privada. Por todo esto es que desde ya anuncio mi respaldo irrestricto a su candidatura a la Gobernación, convencido que con su elección ganará el Huila.
Aquí no cabe el adagio “que no por madrugar, amanece más temprano”. Es un imperativo que las campañas diferentes a los de la encuesta, pongan el “pie en el acelerador”.
No es bueno para los precandidatos o candidatos, ni para la región, campañas largas, pero tocó por las razones conocidas. Las campañas extensas elevan los costos, ¿y de dónde van a salir los mayores recursos que se necesitan? La actividad proselitista, siempre afecta la actividad económica y la normal actividad de una región. ¿Cómo será si ésta se alarga? Quiera Dios que este anticipo de campaña no crispe el ambiente y que superado el “alboroto” de este mes, las campañas recuperen la ruta normal prevista para este tipo de comicios.