La Nación
Sector piscícola huilense, crece y crece… 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Sector piscícola huilense, crece y crece…

Yefer Vega

A pesar de la pandemia y de los cambios climáticos, el sector de la piscicultura en el Huila ha logrado mantenerse estable y en crecimiento; el departamento conserva su lugar como primer productor de tilapia en Colombia, aportando cerca del 53% de la producción total de tilapia en el país. Es un sector que aporta al desarrollo del departamento y a la promoción del empleo, genera  alrededor de 5.288 empleos directos y produce unos ingresos anuales de U$5.5 millones de dólares, en exportaciones de filete de tilapia.

El 87% del pescado que exportó Colombia en el 2020, procede de este departamento, exportaron filete de mojarra y tilapia roja entera, principalmente, a Estados Unidos. Los 37 municipios del departamento cuentan con piscicultura a pequeña, mediana y grande escala. Hay cerca de 1.500 hectáreas en producción de espejos de agua, que produjeron en el año 2020, aproximadamente 67.000 toneladas de pescado en todo el departamento. La especie que más se produce es la tilapia negra y roja, pero también a menor escala, se produce cachama, bocachico y sábalo.

Según cifras al cierre del 2020, la zona norte del departamento es la más representativa en producción, ya que allí está la Represa de Betania y abarca municipios como Hobo, Yaguará y Campoalegre, produjeron cerca de 22.000 toneladas de pescado. En el centro del departamento y en los municipios de Villavieja y Aipe, también hay una producción piscícola importante, produjeron cerca de 6.500 toneladas. La Represa de Betania es el mayor centro piscícola del país, allí se han establecido compañías muy reconocidas, que se dedican a la producción, levante y engorde, proceso y comercialización de tilapia roja y tilapia nilótica, tales como Piscícola New York S.A. y Proceal, entre otras.

La tilapia es una gran especie para cultivar, con ventajas sobre otras. Alcanza masa muscular y crece rápidamente, su tiempo de producción es de 4 a 8 meses, alcanza entre 300 y 400 gramos alrededor de los 7 a 8 meses, es de fácil manejo, no tiene espinas intramusculares y se adapta fácilmente al ambiente. La textura de su carne es muy buena y por sus características fenotípicas es apetecido en los mercados -nacionales e internacionales-. Tiene un buen desarrollo tanto con alimentos naturales (algas, zooplancton y otros microorganismos), como con concentrados.

En un reciente diálogo que tuve con Alvaro Alfonso Méndez Rojas, Presidente de Asopishuila y la Cooperativa CoopisHuila, confirmé una vez más, el maravilloso futuro y posibilidades de desarrollo que tiene este sector en el Huila. De acuerdo con lo expresado por el Sr. Méndez, la actividad piscícola es una de las actividades económicas con mayor proyección en el país y en el Huila, es una buena apuesta productiva. Actualmente, se está incrementando la producción piscícola y se trabaja con tecnologías con un diseño adecuado y equipos de óptima calidad, a través de un sistema de cultivo basado en pequeños espacios donde se produce una gran cantidad de pescado; el Huila tiene 517 proyectos de este tipo con miras a exportar su producción.

Según los registros, en el 2020 se exportaron 11.000 toneladas de pescado fresco a Estados Unidos, también se están haciendo exportaciones a países como Perú y al continente europeo. En este sentido, Colombia tiene una ventaja competitiva sobre el producto que exporta China, porque el producto colombiano es muy apreciado por su calidad y frescura, en 4 o 5 horas, puede llegar al consumidor en Estados Unidos, de tal manera que es un producto totalmente fresco.

Uno de los objetivos de la Asociación de Piscicultores del Huila, es lograr la formalidad de los productores del departamento, fomentar los programas de certificación y fortalecer el tema de la asociatividad, para que la cooperativa agrupe la mayor cantidad de pequeños y medianos piscicultores y para que los ayude a formalizarse. En alianza con el gobierno departamental e instancias nacionales, se están invirtiendo recursos, por ejemplo, en temas de capacitación. Así mismo, se están realizando campañas para fomentar el consumo interno de pescado en Colombia.

Con base en su experiencia, el Sr. Méndez, manifestó que un emprendimiento en el sector de la piscicultura podría ser una buena alternativa productiva. Nos compartió que para empezar, “lo indispensable es ubicar un área apta para ello donde la autoridad ambiental otorgue el permiso para realizar esta actividad. La cooperativa ha desarrollado un modelo de cultivo en dos hectáreas y media, donde se pueden construir 6 lagos de 1.500 mts cuadrados, producir 10 toneladas mensuales de pescado, y generar buenos recursos para el piscicultor. Se requiere una inversión aproximada de 700 millones de pesos, incluídos los costos de insumos, equipos e infraestructura, para producir 10 toneladas de pescado al mes. Una persona que produce 10 toneladas mensuales es una persona importante dentro de la cadena productiva”. Posteriormente, también será fundamental pensar en cómo se hará la comercialización del producto, puede ser directa a través de acopiadores locales o regionales en el mercado interno, en plazas de mercado, grandes superficies, expendios minoristas; o el mercado internacional para exportar.

De acuerdo con el presidente de Coopishuila, afortunadamente, la pandemia no golpeó duramente la producción porque se contaba con una buena logística para llegar a los puntos de venta, y aunque las ventas fueron lentas, las personas siguieron consumiendo pescado. Además, en enero del 2020, el Huila empezó a exportar tilapia roja entera- fresca, y el producto que quedó como consecuencia del cierre de restaurantes a nivel interno, se exportó rápidamente. El paro sí fue perjudicial, afectó la llegada de los insumos, las fábricas de concentrados y demoró las exportaciones.

Según su percepción, “el piscicultor pequeño ya es consciente de la importancia de asociarse, actualmente la Gobernación del Huila está haciendo un inventario, y la gran mayoría, aproximadamente un 70%, ya forman parte de alguna asociación, lo que les ayudará a permanecer y a tener sostenibilidad. El incremento piscícola en el departamento está orientado principalmente, a surtir el mercado internacional y no debería afectar a los pequeños productores. Lo que sí los tiene golpeados, son los costos de los concentrados, las materias primas para fabricarlos son importadas, y como el tema logístico a nivel internacional está complicado por el alza en los fletes, esta situación ha repercutido en los costos de los insumos”. La mayor parte del alimento para los peces se produce en el país, pero casi todas las materias primas e ingredientes son importados, estas son harina de pescado, fríjol, soya, y torta de soya y aceites de pescado o maíz.

 Como otros sectores, el sector piscícola tampoco han sido ajeno a la ola invernal, ni al aumento de los precios de los insumos de las materias primas para la producción. Se deben cuidar de las inundaciones y proteger las rondas de los ríos y los drenajes. Así mismo, han logrado soportar el alza en los insumos- fertilizantes, suplementos, concentrados- haciendo frente a las vicisitudes y sosteniéndose en un mercado donde la utilidad puede ser menor, debido a los altos costos de producción.

Al final del diálogo, el presidente de Asopishuila y la Cooperativa CoopisHuila, manifestó que los piscicultores requieren recursos del Estado para organizarse y poder trabajar, acceso a préstamos sin tantas exigencias para que a los pequeños productores, en la práctica, sí les presten en los bancos. En concordancia con lo expuesto por el Sr. Méndez, “con el sistema económico actual, ningún banco le presta al pequeño productor, para un proyecto productivo de 3 hectáreas, con una inversión de $700 millones de pesos. Los recursos que el Gobierno destina a través de la banca de segundo piso, son de difícil acceso porque el piscicultor debe cumplir unos requisitos bancarios para acceder a ellos, muchos no tienen historial crediticio, están reportados y tienen una situación precaria. Es necesario crear una política agropecuaria específica donde se puedan respaldar los préstamos con tierra y los bancos no tengan en cuenta otros aspectos que en muchos casos, hacen imposible acceder a un crédito”.

Definitivamente, la piscicultura es una actividad base del desarrollo económico para todos los huilenses, y le da al país grandes oportunidades de obtener divisas a través las exportaciones que cada día van en aumento. El Gobierno Nacional, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la Gobernación del Huila, la Secretaría de Agricultura y las asociaciones y cooperativas piscícolas, juegan un papel vital para que muchos de estos pequeños productores puedan formalizarse y ser beneficiarios de préstamos, capacitaciones, subsidios, apoyo técnico y tecnológico, entre otras ayudas. Debería haber acceso para los piscicultores a capital semilla no reembolsable o a incentivos que se fundamenten en los en los resultados de los proyectos productivos, para que verdaderamente se motiven, y así se fortalezca más el sector. Aunque todavía falta mucho camino por recorrer.