El Huila está consternado por un nuevo caso de violencia sexual infantil. El hecho no podía ser más aberrante: un hombre abusó sexualmente de su hijastro: un bebé de menos de dos años de edad. Los hechos ocurrieron la semana pasada, pero sólo con los dictámenes médicos, las autoridades pudieron corroborar no sólo el abuso sino el crimen. La acción de la Fiscalía en este caso ha sido contundente y oportuna: fueron capturados y presentados ayer ante la justicia el presunto abusador, así como la madre biológica del menor señalada de encubrir el episodio. Ambos fueron enviados a la cárcel de Pitalito.
¿Qué puede pasar por la mente de una persona para abusar y matar a un bebé indefenso? ¿En qué estaba pensando la madre del menor para encubrir semejante hecho? ¿Por qué nuestros menores siguen siendo el ‘blanco’ del abuso y de la violencia? ¿Hasta cuándo la región y el país van a seguir soportando este tipo de hechos?
Y tristemente hay más: en el municipio de La Argentina, un hombre fue capturado señalado de abusar sexualmente de tres menores, a uno de los cuales terminó contagiando de una enfermedad de transmisión sexual.
Más allá de medidas represivas como las que se discuten hoy en el Congreso de la República –la pena de muerte y la castración química para los violadores y abusadores sexuales–, el país requiere de una política integral de prevención, que empiece en los hogares.
Estadísticamente, la mayoría de abusos sexuales se están presentando al interior de los hogares. Paradójicamente, los niños y niñas no están seguros en sus casas. Es, entonces, hacia los padres y la familia donde deben estar dirigidas todas las miradas. Algo se perdió en materia de valores que debe ser recuperado, rescatado o restaurado cuanto antes.
¿Qué más tiene que ocurrir en la sociedad colombiana para enfrentar integralmente el abuso sexual infantil?
EDITORIALITO:
El Diario LA NACIÓN es el medio impreso regional que más leen los huilenses, según el Décimo Panel de Opinión, elaborado por la firma Cifras & Conceptos. ¡Gracias!