La Nación
COLUMNISTAS

Todo está por hacerse

El pasado 4 de este mes se llevó a cabo en Neiva el foro “San Agustín, 100 años después, una mirada cultural y turística”, organizado por la revista Semana y el periódico La Nación. Para muchos de quienes asistimos quedó claro que en materia turística todo está por hacerse en la capital arqueológica. Esto quedó confirmado después de escuchar las intervenciones del gobernador, Carlos Mauricio Iriarte, del Alcalde de San Agustín, Edgar Martín Lara, de Natalia Bayona, Gerente de Proexport, de Ricardo Cifuentes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y de Emiliano Pastrana empresario hotelero de ese municipio. El foro sirvió para que muchos entendiéramos que la trascendencia mundial de una cultura como la Agustiniana demanda no solo de hacer inversiones en promoción e infraestructura que fortalezcan el turismo, sino de un cambio de la mentalidad de los huilenses y en particular los habitantes de la región.

El foro se hizo con motivo de los 100 años del descubrimiento científico de la Cultura Agustiniana, evento que merecía haber sido celebrado en forma similar a como lo hizo el Perú, cuando en el 2011 se cumplieron los 100 años del descubrimiento científico de Machu-Picchu, con la presencia del presidente la República de ese país, quien asistió acompañado de 60 delegaciones extranjeras y con la asistencia de 100.000 personas, como lo contó la misma revista Semana. Esta forma de celebración se le negó a San Agustín, en parte por la arrogancia y la vanidad personal del director del Icanh y en parte por la miopía de unos indígenas agresivos y foráneos provenientes del Cauca, que nada tienen que ver con la Cultura Agustiniana, descendientes de los que trajo Belalcázar del Perú hace cinco siglos y que no entienden el significado de Patrimonio de la Humanidad, y no de ellos, que ésta tiene.

La significativa presencia ese día, todo el tiempo, del gobernador, Carlos Mauricio Iriarte, y su compromiso de apoyo a la solución de los problemas que afectan el turismo hacia la zona arqueológica, hacen resurgir el optimismo, el cual se debería traducir en la elaboración y ejecución de un Plan de Desarrollo Turístico que comprometa a la Nación, al Departamento y a los municipios de la zona. Las prioridades serían: infraestructura, promoción nacional e internacional y educación ciudadana (cátedra agustiniana) con el fin de que todos sus habitantes valoren dicha cultura en su verdadera dimensión. De otra manera, el foro sería solo un bla, bla, bla y nada más.