La Nación
Un alcalde y la endemia de la corrupción 1 7 mayo, 2024
OPINIÓN COLUMNISTAS

Un alcalde y la endemia de la corrupción

Gabriel Calderón Molina

Mi pasada columna, La Endemia de la Corrupción, llevó a un ex alcalde  de uno de los municipios del Huila a buscarme para contarme casos de corrupción que encontró al asumir el cargo. Me narro, entre otros,  uno que demuestra  que el comportamiento de muchos ciudadanos y en particular de funcionarios públicos sin principios éticos y morales,    ha hecho que la corrupción haya invadido la   sociedad colombiana de arriba  hacia abajo y viceversa.

Me contó que durante  su campaña electoral, un día se le acercaron dos personas que rifaban un televisor que transportaban en una carretilla. Él les compró  una boleta. Días después, mientras él se encontraba en un barrio en una reunión con un grupo de seguidores, los invitó para que se acercaran y escucharan sus planteamientos, pero ellos se negaron. Eran partidarios de otro candidato. Al asumir la Alcaldía, pocos días después los dos hombres llegaron a su despacho. El Alcalde  pensó que se había ganado el televisor y que  iban a entregárselo. No era así, iban para que les autorizara la rifa de un nuevo televisor. ¿Trajeron la factura de compra?, les preguntó el Alcalde.  Sí señor – le respondieron- y se la mostraron. El Alcalde llamó a la Tesorería municipal para preguntar cuánto era el impuesto que tenían que pagar para que pudieran hacer la rifa. Con  base en el valor de la  factura, le informaron  que el impuesto era de $38.000. -Vayan a la Tesorería y paguen esa suma y quedan autorizados para la rifa les dijo-. Los dos hombres comenzaron a mirarse entre sí y se sonreían hasta cuando uno ellos le dijo: “Alcalde, todas las veces  que veníamos ante el anterior Alcalde para que nos autoriza  la rifa, simplemente nos decía pasen $250.000, los recibía, se los echaba a su bolsillo y les decía quedan autorizados”. Salieron de su despacho felices hacia la Tesorería a pagar. Después partieron a una cantina a beberse el dinero que  les había quedado, se emborracharon y comenzaron lanzar  vivas al nuevo Alcalde y abajos al anterior. Este tan pronto lo supo, se vino  y les dio una  garrotera haciéndolos huir por  varios  días del pueblo. Era evidente que anterior burgomaestre los robaba,  al  igual que al erario municipal que  dejaba de percibir ingresos.

Nota. En Neiva, muchos sostienen que el Alcalde al firmar  3.420 contratos de prestación de servicios en los días previos de la vigencia de la ley de Garantías Electorales, triplicando la nómina de empleados del municipio, entró a  formar parte de la endemia de la corrupción. ¿Será verdad? Los órganos de control: Personería, Contraloría, Procuraduría y Concejo, deben aclararlo.