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Un salto al vacío – Amylkar D. Acosta M

Al desmontar los parafiscales con destinación al Sena y al Icbf, así como los aportes patronales al Sistema de Seguridad Social en Salud, como lo propone el proyecto de reforma tributaria

Al desmontar los parafiscales con destinación al Sena y al Icbf, así como los aportes patronales al Sistema de Seguridad Social en Salud, como lo propone el proyecto de reforma tributaria, se plantea concomitantemente sustituir esta fuente de financiamiento por otra, el “impuesto sobre la renta para la equidad” CREE. De acuerdo con el Ministro Cárdenas, “la idea es que se sustituyan los $1.76 billones que aportan al Icbf los empleados con sueldos de menos de 10 salarios mínimos con 2.2% del CREE; los $1.13 billones del Sena, con 1.4% del impuesto y los $3.81 billones de salud, con 4.4% del CREE más los recursos del Presupuesto General de la Nación, como se hace hoy en día”

Aquí nos topamos con la primera sorpresa: los $1.76 billones del Icbf a que se refiere el Ministro están muy por debajo de los $2.6 billones que fue el presupuesto de 2011 y de los $3.3 billones que es el presupuesto de este año y muy seguramente el del año entrante será aún superior. Y en cuanto al Sena, el presupuesto del año pasado fue de $1.7 billones y el de este año $2.2 billones, ambas cifras totalmente desfasadas con respecto a las que maneja el Ministro, de sólo $1.13 billones. Allí empieza el descuadre, porque si al desfase entre unas y otras cifras le añadimos la diferencia entre los cálculos del Gobierno y los registros con respecto a la cotización en salud ($3.8 billones vs $4.4 billones), de arrancada tendremos $3.2 billones menos de lo que hoy aportan las empresas con cargo a la nómina.

Se dice por parte de Juan Ricardo Ortega que “todo aquello que se ha dicho de que el Sena y el Icbf van a tener menos recursos es absolutamente falso. Si algo se está haciendo es fortaleciendo esas instituciones”. No obstante, un estudio contratado por el Sena con el consultor Juan Pablo Sandoval llegó a la conclusión que “tomando como referencia datos oficiales y metodologías de cálculo expuestas por el Ministro de Hacienda, respecto al ejercicio de evaluación retroactiva del recaudo del CREE, no sólo para el año 2010, sino extendiendo el período hasta el año 2000, el monto de recursos que generaría el CREE sería en promedio un 20% inferior al recaudo observado por concepto de parafiscales (Sena e Icbf) y aportes patronales a la salud en este período”. De modo, que el Sena y el Icbf “saldrían fortalecidas” pero en el papel y este puede con todo.

Otra conclusión interesante de este estudio es que, de prosperar esta iniciativa los ingresos del Sena y del Icbf estarían a merced del comportamiento de la economía, con sus altibajos, de los ciclos económicos, influidos en gran medida por la volatilidad de los precios internacionales de los productos básicos de exportación, que son los que jalonan la economía. En medio del atafago y la celeridad del maratónico trámite que se le ha venido dando a este proyecto de reforma tributaria en el Congreso de la República, este no se ha percatado del daño colateral irreparable que esta fórmula le puede infligir a las finanzas territoriales. En efecto, en el afán de garantizar que el recaudo proveniente del 8% del CREE tenga como destinación específica el Sena, el Icbf y la salud, tales recursos terminan sustrayéndoselos a la base de cálculo y liquidación de los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP). De esta manera, se estaría abriendo un hueco fiscal enorme en el SGP, cuyos recursos tienen también destinación específica, esta vez para la educación, la salud y el saneamiento básico, para tapar otro. Ello sería supremamente grave, porque de esta manera se le abre una enorme tronera a las finanzas de las entidades territoriales. Todavía se está a tiempo para evitar tamaño despropósito, dado que aún falta la votación del proyecto en las plenarias de Senado y Cámara. Que Dios los ilumine!