Recientemente se ha conocido la posibilidad de que un dirigente del Partido Verde llegue a ser Ministro en el Gobierno del Presidente Santos; más concretamente, se señala la posibilidad de que Enrique Peñalosa entre al Gobierno. El Partido Verde es un partido joven que estuvo disputándole al Partido de la U la Presidencia de la Republica. Y como todo partido que se respete quiere ser Gobierno. Para lograrlo no veo si no dos caminos: o se es oposición para criticar y erigirse como alternativa política (el caso Petro), o se ingresa al Gobierno para mostrarse (el caso de Vargas Lleras, Rafael Pardo y Juan Camilo Restrepo), y por lo que se ve desde los medios de comunicación, los verdes no está ni en lo uno ni en lo otro y su dirigencia pareciera rasgarse las vestiduras ante la posibilidad de entrar al Gobierno, a pesar de que al mismo tiempo mantiene su decisión de hacer parte de la Unidad Nacional. Esto me suena a que no son ni chicha ni limoná. Participar en un Gobierno no es un acto pecaminoso (lo que sí podría serlo es andar participando en todos y muy a pesar de las distancias programáticas) máxime cuando en este caso, se ha decidido respaldar la gestión presidencial dada la afinidad con las propuestas gubernamentales. De modo pues que me parece una tontería la postura de sectores de la dirigencia verde, en la que parecería continuar mandando Mockus a pesar de que ya no hace parte de la colectividad. Vargas Lleras debe estar frotándose las manos al tiempo que disfrutando las ambigüedades de sus futuros rivales en el propósito de suceder a Santos. No sería ni mala una designación de Peñalosa para orientar las políticas de desarrollo urbano, vivienda y medio ambiente, en las que este gobierno poco o nada ha dicho. Incluso no sería descabellado ver a Antanas (quien en cualquier momento vuelve al Partido para no andar como un cusumbo solo) en el Ministerio de Educación, en donde muy seguramente tiene mucho que aportar y equipo para sacarlo adelante. Otra opción para el Partido Verde es salir a criticar al gobierno de Santos en los temas ambientales, energéticos, la educación, el clientelismo y la reforma de la justicia, entre otros. Debe decidirlo: o está en el Gobierno o está en la oposición. De lo contrario se ubica en una zona gris que no le permite visibilizarse como partido ni proyectar liderazgos nacionales. Nota: Con la remisión a la Fiscal General y a la Corte Suprema de Justicia del proceso penal que se adelanta contra Cielo González en el caso TIGSA, se acabó la recochita.