La Nación
EDITORIAL

¡Vergüenza!

Deplorable y Vergonzoso es el estado de abandono en que se encuentra hoy el estadio de basquetbol “Roberto Urdaneta Arbeláez”, un escenario que fue testigo de muchas alegrías en el pasado en la capital del Huila.

No es posible que el lugar, inaugurado en el año de 1952 con motivo del Octavo Torneo Nacional de Baloncesto, que tuvo como gran protagonista a la “Aplanadora Opita”, esté literalmente a la deriva.

Las instalaciones están en mal estado, a las estructuras de las canchas metálicas se las ‘devora’ el óxido, no hay iluminación y los malos olores son permanentes. A este panorama se suma la presencia de habitantes de la calle y consumidores de alucinógenos que convirtieron el “templo del basquetbol” en un verdadero antro de la desidia estatal.

Líderes comunales del sector denuncian que el abandono del estadio “Urdaneta Arbeláez” atrae la inseguridad y que permanentemente, en sus alrededores, se denuncian hechos de robos y atracos.

Las épocas en que los amantes del baloncesto acudían animadamente al estadio son cosa del pasado y parece que quedarán en el recuerdo porque la Administración Municipal, a través de la Dirección de Deportes y Recreación, tiene previsto por ahora, la realización de un millonario estudio para determinar el futuro del escenario deportivo. Mientras no esté ese estudio —que podría costar entre 80 y 100 millones de pesos, no se podrá hacer nada. En pocas palabras, no hay solución a la vista y los neivanos no verán durante los próximos meses una intervención inmediata del lugar.

Muy triste para Neiva que un escenario, testigo de las victorias y noches gloriosas de la Aplanadora Opita, como se le conocía al equipo de basquetbol que marcó una de las etapas más victoriosas del deporte huilense, se pudra en el olvido.

 
“Muy triste para Neiva que un escenario, testigo de las victorias y noches gloriosas de la Aplanadora Opita, se pudra en el olvido”.

 
EDITORIALITO:

En el Huila, los alcaldes tienen el deber de evitar que los damnificados por las lluvias de las primeras semanas de 2017 caigan en el olvido y no terminen recibiendo ningún tipo de ayuda estatal.