La Nación
Y ahora que Petro ganó… esperanza y unidad 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Y ahora que Petro ganó… esperanza y unidad

Yefer Vega

 

Por primera vez en la historia de nuestro país, tenemos un presidente de izquierda y con él ya serían 9 presidentes de izquierda en América Latina que ocupan está digna posición: México, Cuba, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina y ahora Colombia, con Gustavo Petro.

Fueron más de 11 millones de votos que depositaron su confianza en un hombre que como el mismo lo dijo, hace un llamado al diálogo entre los partidos y las regiones, a la esperanza, a las oportunidades, a un gobierno de la vida fundamentado en la paz, la justicia social y la justicia ambiental.

Esperanza y unidad serían dos palabras que esperaría se cumplieran en este próximo gobierno. Es necesario trabajar para construir un país donde podamos vivir con dignidad, donde todos los partidos y voces estén representados. Una Colombia donde se mitigue la inequidad social con una política social progresista, donde se estimule el desarrollo económico, se fortalezcan las instituciones y se recupere la fuerza de proceso de paz.

Si el próximo gobierno quiere tener éxito, será tarea clave del presidente Petro, construir de manera conjunta con los empresarios y marcar los derroteros de la hoja de ruta que permita sostener el crecimiento económico del país y mantener la productividad. Si el nuevo presidente sabe administrar, sus decisiones serán decisivas, para no retrasar el crecimiento de nuestra economía, pues tan sólo hace unos días, la Organización Mundial para la Cooperación y el Desarrollo OCDE pronosticó para Colombia un crecimiento de 6,1%, cuando inicialmente era de 5,5%. Si todo sale bien, seriamos el país miembro de la OCDE con mayor crecimiento proyectado para este año. Dicho crecimiento sería posible gracias a la recuperación del mercado laboral y a los buenos precios del petróleo que generan flujo de efectivo. El Banco Mundial también elevó las proyecciones para nuestro país, pasando de 4,4% a 5,4 % en 2022, considerando a Colombia como uno de los países con una de las economías de la región que más crecerá.

Calificadoras de riesgo como Fitch Ratings también proyectaron para este año, un alza del PIB de 6% y un IPC del 8%, muy en la línea de las recientes proyecciones de la OCDE y del Banco Mundial. Así mismo, mantuvo la calificación de Colombia en BB+, un escalafón por debajo del grado de inversión, con una perspectiva estable. Según Fitch Ratings “las calificaciones de Colombia reflejan el historial de estabilidad macroeconómica y financiera del país respaldado por un banco central independiente con un régimen de objetivos de inflación y una moneda de libre flotación”.

Sin embargo, si este próximo gobierno no tiene un programa sólido y maneja con inteligencia todos los temas y en especial, el tema económico, podría suceder todo lo contrario, que la inflación siga en alza, que se pierda la confianza inversionista, que aumente el desempleo y, por ende, se desacelere la economía. Nuestro país ha demostrado su fortaleza, se encuentra en un proceso de reactivación exitoso, pero deberá ser prioridad de Petro, que el crecimiento no se pare.

Los empresarios están a la expectativa, confían en que los derechos constitucionales serán respetados, que el mercado les brindará las condiciones estables para crecer y que podrán ofrecer oportunidades de trabajo a la población y contribuir a mejorar el descontento social y la calidad de vida de todos los colombianos. En declaraciones recientes del Consejo Gremial Nacional, los empresarios manifestaron que “el próximo gobierno debe privilegiar el respeto por la Constitución, la democracia y sus instituciones, dentro de criterios técnicos y principios de responsabilidad fiscal…Así mismo, trabajar de la mano con ellos para solucionar los problemas sociales…”

Gran responsabilidad la del presidente Petro, mantener el crecimiento económico, reducir la inflación, sin darle la espalda a las demandas sociales y a la generación del empleo, e implementar medidas fiscales responsables porque, aunque se necesita dinero para cubrir los gastos sociales, las políticas macroeconómicas que se adopten deberán ser fruto de la moderación y el consenso, especialmente de los poderes del Estado. Espero que maneje bien el presupuesto del Estado, mantenga la institucionalidad y respete la libertad de empresa y la libre iniciativa, así como la propiedad privada. Y que no olvide por ningún motivo lo que decía Adam Smith “no puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados”.

 POR UNA COLOMBIA CON CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO, EN PAZ, CON MENOS DESIGUALDAD, CON OPORTUNIDADES Y CON LIBERTAD ECONÓMICA Y POLÍTICA. Es mi deseo de corazón y por supuesto, que este nuevo presidente pueda conseguirlo.