También fue culpado por las lesiones causadas al subintendente José Iván Bonilla Cometa, quien se salvó de milagro del ataque registrado el 8 de abril de 2014 en el kilómetro 52 de la vía que comunica a Cartagena del Chairá con El Paujil (Caquetá).
La sentencia proferida a las nueve de la mañana de ayer por el Juez Segundo Penal del Circuito Especializado de Florencia, se fundamentó en los delitos de homicidio agravado en persona protegida, tentativa de homicidio agravado y rebelión a título de coautor.
El hombre quien perteneció por siete años al frente 14 Luis Emiro Mosquera de las Farc, fue capturado el día 21 de agosto de 2014 en la vereda Villalobos del municipio de San Vicente del Caguán, cuando se recuperaba de las cuatro heridas perpetradas con el arma de dotación del Subintendente José Iván Bonilla Cometa. En su momento aceptó los cargos imputados por la Fiscalía.
Así, ayer el Fiscal 35 especializado de la Unidad Antiterrorismo, pidió que se aplicara la rebaja del 50 por ciento en la pena por haber aceptado cargos y evitado un desgaste judicial.
A su turno el administrador de justicia decidió imponer 360 meses de prisión y multa de 2004 salarios mínimos legales vigentes, a título de coautor de los delitos antes mencionados.
Relato de los hechos
alias ‘El Llanero’, narró los hechos ocurridos la mañana del ocho de abril cuando arremetieron contra el vehículo Toyota Land Cruiser de placas RMR 634 de Bogotá, en el que se movilizaban los agentes y el civil en calidad de capturado.
“Yo hacía parte de la comisión de orden público al mando de Rubén alias “Cachorro”, estábamos a orillas del caño Anaya, nos acostamos a dormir a las diez de la noche y luego nos levantamos y nos fuimos Rubén, Valenciano, Juan Carlos, Yira y Daniel, esa noche llegamos como a la una de la mañana a la carretera, nos arrinconamos a unos árboles y ahí amanecimos hasta la hora del ataque”, dijo el subversivo.
Añadió que el día del ataque el portaba una ametralladora M-60 y los demás guerrilleros tenían fusiles AK 47. “Yo tenía el arma de apoyo con la idea de cubrir si había respuesta del enemigo, todos estábamos ubicados al margen de la vía. En ese momento llegó un camión azul, luego el vehículo cerrado…”.
Agregó que el conductor del camión no hizo caso a la señal de pare que le hicieron los guerrilleros. “Ahí empezamos a dispararle. Los policías se bajaron por la parte del conductor y la parte izquierda y respondieron, ahí me metieron el tiro en la pierna y yo caí al suelo. Ellos continuaron la pela, luego los matamos”.
Lizarazo Riaño confesó que sus compañeros Juan Carlos y Rubén fueron hasta donde estaba el carro, robaron las pistolas de los policías y los remataron.