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30 AÑOS DE ÉXITO, Por Germán Palomo García

El pasado sábado asistí en Bogotá a la celebración de los 30 años de existencia del grupo JOM (1982-2012) El pasado sábado asistí en Bogotá a la celebración de los 30 años de existencia del grupo JOM (1982-2012) en una ceremonia amena y con la participación de 450 ejecutivos de distintos países hasta donde han llegado los tentáculos de un visionario huilense que hace parte de unos pocos de nuestra tierra que sacan la cara por el empresariado local. No soy adulador y a veces, para no caer en ello, dejo de reconocer valiosos esfuerzos y experiencias de quienes han sido para mí ejemplo a seguir o me han apoyado en mis iniciativas. Pero en este caso, sin que mi participación en el grupo antes y ahora me vaya a condicionar, quiero reconocer en el señor Jesús Oviedo Pérez tres valiosas condiciones que son principios que han llevado al grupo a sus primeras tres décadas en el mundo empresarial: VISIÓN, PASIÓN y RESPETO POR EL SER HUMANO. Sobre el primero, las empresas del grupo están en varios países con diferentes características de mercado. No solo llegan a la capital de estos sino a pequeños mercados regionales dentro de los mismos que han respondido exitosamente. Esta visión ha representado exportaciones de material didáctico en volumen importante y generado empleo no solo a colombianos sino a los nacionales de los países receptores, muchos de ellos con años de vinculación al grupo. El motor de estos resultados es la pasión que le imprime Jesús Oviedo Pérez a todas sus iniciativas. Esta pasión el la llama “actitud mental positiva” y muchos adjetivos más que ha enlistado en más de 43 principios corporativos que han conformado una verdadera doctrina empresarial. Yo prefiero considerar estos principios como producto de una pasión desbordante pero aterrizada. El respeto por el ser humano lo comprobé, una vez más, el sábado rencontrándome con muchos ejecutivos con quienes trabajé durante mi vinculación directa al grupo con responsabilidades internacionales. El que todavía sigan en el grupo demuestra su satisfacción, su sentido de pertenencia y su identidad con lo que han construido en todos estos años. Al tiempo que destaco estos logros de un gran huilense, evoco estos principios como guía infalible de los procesos de emprendimiento que hoy tanto se promueven y de los que tanto requerimos en nuestro Huila.