La Nación
Per aspera ad astra 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Per aspera ad astra

Sergio Felipe Salamanca Borrero

 

Para el momento en el cual me encuentro escribiendo esta columna, el mundo está por presenciar un suceso que promete cambiar la historia de la humanidad para siempre, me refiero, al lanzamiento por parte de la empresa privada SpaceX, en conjunto con la NASA, de la cápsula espacial Crew Dragon, con la cual, se espera enviar a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional desde suelo estadounidense.

A pesar de poder parecer un lanzamiento más dentro de una larga lista de misiones y proyectos increíbles como el Vostok, Mercurio, Géminis, Soyuz, Apollo y el programa de transbordadores, el lanzamiento de esta semana tiene algo que lo diferencia de todos sus predecesores, el diseño y desarrollo de los dispositivos de propulsión, así como la cápsula en la cual irán los astronautas, estuvo a cargo de una empresa privada y no de una entidad o agencia pública, como la NASA o la Agencia Espacial Federal Rusa. En caso de que este lanzamiento sea exitoso, los viajes y el turismo espacial

dejarían de ser un sueño y podrían comenzar a ser una realidad, pues al igual que sucedió con la aviación comercial, en la que gracias a la masificación y al desarrollo constante de las aeronaves fue posible que volar estuviera al alcance de todos, me atrevo a pronosticar que en una o dos décadas, un viaje a la luna o a cuerpos celestres cercanos, será algo más cotidiano de lo que imaginamos.

Ahora bien, de forma paralela al desarrollo técnico y científico, hay un aspecto que no puede ser dejado de lado, el jurídico. Como abogado, considero que debemos dar inicio a un proceso de actualización y complementación del ordenamiento jurídico ultraterrestre, con el fin de desarrollar mucho más a fondo aspectos que serán esenciales en el futuro, tales como, el régimen de propiedad, de exploración y explotación minera, de contratación, de responsabilidad civil y penal, ambiental, migratorio y en especial, de representación y gobierno ultraterrestre.

A pesar de que el reto es de proporciones colosales, se tiene la ventaja que desde el siglo pasado la comunidad internacional cuenta con algunos instrumentos que pueden servir de base para este nuevo proyecto, que promete no sólo hacer viable la convivencia e interacción humana en el espacio exterior, sino que además, expandirá las fronteras y los alcances del Derecho tal y como lo conocemos.