La Nación
Eventos virtuales, una alternativa ante la crisis 1 26 abril, 2024
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Eventos virtuales, una alternativa ante la crisis

Gran polémica ha generado por estos días de confinamiento, la conveniencia de realizar algunos magnos eventos regionales de manera virtual, por lo cual vamos a establecer algunas características de esta llamativa alternativa, que tiene polarizado el país.

 

Eventos virtuales, una alternativa ante la crisis 7 26 abril, 2024
Hugo Rivera

Hugo Andrés Rivera Collazos

Administrador de Empresas – Universidad Surcolombiana

Especialista en Planificación de Destinos Turísticos – Universitat Oberta de Catalunya

e-mail hrivera.consultores@gmail.com

 

Desde tiempos inmemorables la realización de eventos físicos, ha tenido un gran impacto en el desarrollo socio-económico de los pueblos. Desde los “Circos Romanos” que satisfacían una de las principales necesidades de los habitantes de los antiguos imperios, ya que como lo decía el poeta satírico Juvenal “Pan y circo” era lo único que interesaba a los romanos por esa época; pasando por un sinnúmero de actividades de toda índole, que atraían de manera desmesurada y permanente gran cantidad de público, de toda clase social y género, la gran mayoría de estas patrocinadas por los gobernantes para mantener “entretenido” al pueblo, y distraerlo de sus problemas esenciales.

Los eventos de carácter masivo se han constituido en una tradición histórica, definidos como la “aglomeración de público que se reúnen en recintos abiertos o cerrados, que cuentan con la capacidad y la infraestructura adecuada para este fin, con el objetivo de participar de actividades reguladas en su propósito, tiempo, duración y contenido, bajo  la  responsabilidad  de  personas con el control y soporte necesario para su realización en términos de logística organizacional, y bajo el permiso y supervisión de organismos con jurisdicción sobre ellos” Fuente: FISO.

Entre estos podemos mencionar eventos, encuentros y espectáculos de índoles deportivos, religiosos, políticos, culturales, académicos, sociales, o simplemente de entretenimiento, los cuales suelen tener un gran atractivo (económico y cultural) tanto para organizadores como para participantes. Sin embargo, en algunas ocasiones los elevados costos que supone para una empresa el producir u organizar un evento presencial (y la incertidumbre de su aceptación), o factores como la falta de tiempo y la distancia geográfica de los invitados potenciales reducen las probabilidades de éxito del mismo.  Es allí donde la alternativa de la “Virtualidad” se visualiza como una solución idónea para suprimir las distancias físicas, optimizar el tiempo de los asistentes y reducir la inversión de recursos económicos tanto por parte de las empresas, como de los asistentes. Esta alternativa, se ha presentado como una práctica recurrente en el mundo actual. Desde la llegada del hombre a la luna, icono de las barreras que se pueden romper gracias a las conexiones remotas (muchos pudieron disfrutar este evento desde la comodidad de su hogar, ya que hubiera sido improbable hacerlo de manera presencial), hasta importantes eventos y espectáculos que se han realizado por estos medios de comunicación masivos, y que han roto records de participación en todas las latitudes.

Lograr trasladar con el mismo impacto y emotividad estas actividades a los medioS tradicionales de comunicación (televisión, radio, cine) o a cualquier dispositivo con conexión a internet (móvil, iPad, PC) utilizando una plataforma online, es una tarea maratónica, que puede permitir a los usuarios de las mismas, una experiencia inmersiva única, desde la comodidad de su hogar u otro recinto cerrado. De igual forma lograr que a través de patrocinios en publicidad y costos de participación en los mismos (esto último bastante criticado, debido a la acostumbrada gratuidad de este tipo de eventos), se puedan generar ingresos, o por lo menos recuperar la inversión, es una tarea compleja que requiere de una excelente planificación.

Retomando la polémica actual sobre la pertinencia de estos eventos virtuales en tiempos de crisis, se deben hacer diferentes consideraciones.

  1. Los seres humanos por naturaleza necesitamos de este tipo de “distractores”, y ante situaciones de crisis masivas se vuelven indispensables para nuestra salud mental.
  2.  La organización de este tipo de eventos implica igual o mayor trabajo que el que se requiere en un evento presencial.
  3. La contribución económica que generan este tipo de actividades es de alto impacto y a todo nivel.
  4. Las posibilidades de divulgación y participación masiva de personas de todo el mundo en este tipo de eventos, se convierte en una oportunidad única para fortalecer a futuro la realización del mismo a nivel presencial.
  5. Las actividades cotidianas de los pueblos, en especial las referentes a sus tradiciones, no deben ser interrumpidas, porque pueden afectar gravemente su desarrollo cultural.

Estas consideraciones se contrapesan con muchas otras que generan esta controversia, entre las cuales se destaca el análisis del “costo de oportunidad” de invertir recursos en una actividad que si bien es importante, no es vital, más aun cuando muchas personas, a raíz de la situación económica generada por la pandemia mundial, no tienen siquiera como cubrir su mínimo vital de subsistencia.

Difícil decisión, que irremediablemente generará polémica, pero que desde los diferentes puntos de vista y opinión, tendrá una justificación y sustentación acertada. Al final, el análisis del éxito o fracaso del evento desde las perspectivas cualitativas y cuantitativas, será la única prueba real de cuál fue la mejor decisión, pero sin derecho a rectificar.