José Joaquín Cuervo Polanía
Hay argumentos que tienen la apariencia de ser buenos, pero que no lo son. Dice nuestro maestro Manuel Atienza: “el Estudio de las falacias resulta muy importante por la capacidad de engaño que envuelven” comparaba Aristóteles a las falacias con el siguiente símil: “Las falacias son como los metales que parecen preciosos sin serlo”. Lo que genera las falacias es tanto lo que Bentham llamaba “intereses siniestros” (los intereses de la gente que no pueden ser declarados abiertamente) como las dificultades cognitivas de los seres humanos.
Es innegable que las defensas de Diego Cadena y su socio Juan José Salazar deban limitarse y referirse a los delitos de soborno y fraude procesal. Que Cancino y Caballero Sierra solo deben referirse a lo esencial y contextual de una audiencia, según lo solicita la regla procesal. Recordar que se trata de un sistema adversarial y de igualdad de fuerzas entre las partes, es decir, que si La Fiscalía propone beneficios, y recursos por la colaboración de testigos e indiciados o investigados, también lo pueda hacer la defensa, denominándolas incluso “ayudas humanitarias”.
Podríamos indagar sobre las falacias utilizadas por una y otra defensa; sin embargo, sería distraer la atención o fijarla sólo en el árbol y sus frutos secos olvidando la mirada panorámica de todo el bosque. Esa falta de atinencia, ese olvido por los criterios de aceptabilidad, suficiencia y relevancia es lo que constituye la falacia primordial: la de la distracción, la que hace fijarnos en lo accidental olvidando lo esencial. Antes que las causas penales y los ataques o defensas de los abogados acusados del posible soborno y el fraude procesal, no debemos olvidar al mismo Uribe. No debemos olvidar a Monsalve quien señaló al senador Álvaro Uribe Vélez de ser uno de los promotores del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). No olvidemos que es sólo desde esta perspectiva que el abogado de este asunto en concreto cobra relevancia: Diego Cadena se reunió con Monsalve en febrero de 2018 en la cárcel La Picota de Bogotá. De acuerdo con la Fiscalía, el abogado Diego Cadena le ofreció beneficios jurídicos al ex paramilitar a cambio de retractarse. No olvidemos que esto tiene que ver con la fundación del paramilitarismo en Antioquia, que trata de Santiago Uribe y la incursión de los doce apóstoles.
Para la investigación o la Condena de Fujimori o de Pinochet, lo relevante no fueron los aspectos procesales o el análisis concienzudo de testigos o versiones, todo versaba en lo esencial: Su descarada violación a los derechos humanos, sus masacres y torturas realizadas con el aparato del Estado. Lo esencial radica en sojuzgar la encarnación de una ideología de ultraderecha que se hizo hombre en un ser de cuyas infamias hemos perdido el asombro en la medida que fuimos aceptando la banalidad del mal.