La Nación
EDITORIAL

Editorial – El liderato

No parece flor de un día lo que está pasando con el Atlético Huila y su liderato en el Torneo Profesional de la A del fútbol colombiano No parece flor de un día lo que está pasando con el Atlético Huila y su liderato en el Torneo Profesional de la A del fútbol colombiano. Mientras rutilantes equipos de las grandes ciudades pasan las duras y maduras, como el otrora todopoderoso América de Cali hundido en la categoría B y un Millonarios que no levanta cabeza pese a que goza de toda la gran prensa, le transmiten en directo por televisión casi todos sus partidos y tiene una lujosa nómina que le cuesta más de $500 millones mensuales; frente a éstos el Atlético Huila va a paso lento pero seguro defendiendo su primer lugar en casa y por fuera, sin tanto aspaviento pero haciendo el trabajo con seriedad. La tarea del Atlético Huila, de la mano de un estudioso como el profesor Néstor Otero – con quien hubo que conciliar grandes diferencias jurídico laborales – está hoy en boca de todo el país futbolístico. No más ayer el insigne profesor Luis Fernando Montoya dedicó su columna semanal en El Espectador a la gesta opita. Y justamente Montoya destaca tres aspectos esenciales, dos muy buenos y otro con categoría de pendiente: el cuerpo técnico con una persona de la academia al frente, licenciado en matemáticas, que ha demostrado que sabe y conoce su oficio, con experiencia en el fútbol, que con el equipo opita ya había jugado una final de nuestro fútbol y que volvió a la casa. La nómina, cuyos integrantes vienen mostrando sentido de pertenencia, compromiso, solidaridad en el terreno de juego, poniendo en el campo la idea táctica que les transmite su técnico y hasta el momento tienen mentalidad triunfadora. Y de ellos destaca el profesor Montoya el buen momento futbolístico de Luis Estacio, Sebastián Hernández y Jonhatan Álvarez. Pero queda pendiente la asignatura de la afición. Estamos en un momento oportuno para que la hinchada demuestre su apoye asistiendo al estadio. No hay ninguna disculpa; el equipo juega bien, tiene estructura seria, gana de local y empata o gana de visitante. Y es líder. ¿Qué más esperaría el aficionado de cualquier equipo para ir al estadio si no son esas las condiciones? La cara inversa es la de los hinchas del América, que poco o nunca llenaron el estadio de Cali para estar con su equipo cuando éste hacía parte de la élite. Pero hoy, que cayó a la B y lucha por regresar a la primera división, esos hinchas han aparecido, han desempolvado sus camisetas y sus cánticos y registran más asistencia que cualquier onceno de la A. Atlético Huila, que ya ha jugado dos finales y ha estado en dos torneos internacionales en sus cortos 19 años de haber llegado a la élite, está viviendo hoy un excelente momento futbolístico. Que no se diga mañana que la afición no se dejó seducir por esto, dejó solo a su equipo y no aprovechó las mieles de la victoria para solazarse con el momento de la institución. Falta mucho trecho para llegar a la final pero la vida son momentos, y la gloria hoy acompaña al onceno opita. Sólo falta el jugador número 12.