La Nación
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A volar el aeropuerto

Sacar el aeropuerto de Neiva será un propósito de nuestra gerencia. Sé que vamos a invertir en el futuro inmediato algo más de 30 millones de dólares en la corrección de algunas deficiencias actuales a través un concesionario. Eso no puede ser camisa de once varas que impida pensar en: una verdadera renovación urbana, la apertura de canales internacionales para turismo y comercio y lo más importante un espacio que brinde bienestar social a los neivanos.

El aeropuerto Benito Salas hoy ocupa 70 valiosas hectáreas en medio de tres comunas muy importantes de Neiva como lo son la 1, 2 y 9, en donde viven más de 25.000 familias. El solo hecho de pensar en la eliminación de una barrera física de tal envergadura, permitiría la re-densificación de las comunas existentes que hoy tienen enormes restricciones debido a las limitaciones que la aeronáutica impone para construir en altura. Abre las puertas para la creación de los vasos comunicantes entre estas tres comunas, mejorando la movilidad de sus habitantes. Y elimina de un tajo la molestia enorme que significa el ruido que el despegue y aterrizaje que aviones bimotor generan. Una zona residencial no debería pasar de los 50 decibeles y un motor de estos atormenta a niños y ancianos con más de 100 db varias veces al día.

De las 70 hectáreas, se destinarían un 30% del espacio para ser comercializado con fines de expansión urbana y el resto, algo más de 50 hectáreas se entregarían a la ciudad como un megaparque público, que permitirá que los neivanos tengamos una renovación urbana y verde. La recuperación del mejor espacio público le cambiará la cara a esta ciudad. A esto deben secundarlo, políticas públicas que direccionen el aprovechamiento de las zonas aledañas al megaparque, creando el mejor sitio de la ciudad. Las grandes ciudades del mundo, destinan generosos espacios para que sus ciudadanos tengan acceso a sitios de esparcimiento, que además mejoren el microclima de la ciudad y actúen como pulmón de las mismas. Nueva York tiene en su parque central 341 hectáreas de naturaleza, Londres tiene el Hyde Park con 250 hectáreas de verde, Ciudad de México en su parque Chapultepec ofrece 800 hectáreas de bosque en el medio de la ciudad más poblada de América, y para no ir más lejos Bogotá tiene en el Simón Bolívar 113 hectáreas de prados, árboles y lagos para los bogotanos.

Desde el punto de vista técnico y de eficiencia, lo números soportan la tarea. El tráfico aéreo de Colombia crece al 6% según Aerocivil a agosto del 2014. Pereira crece 14,2%; Montería un 8,6%; Armenia 14,6% y Villavicencio crece un extraordinario 25%. En contraposición, Neiva es de las 9 ciudades que decrecen, la capital del Huila decrece su tráfico aéreo en un 4,8%. Para hacer más ácida la comparación, Armenia y Pereira ya tienen más de un 7% de su tráfico de pasajeros aéreo proveniente del exterior y Montería acaba de recibir el aval para recibir vuelos internacionales. La mayoría de los aeropuertos de estas ciudades grandes e intermedias están a la afueras de la ciudad. Así que si de verdad queremos incrustar a nuestra ciudad en el contexto mundial, no podemos seguir con una pista de menos de 2 km de longitud y esta debe estar fuera de la ciudad. Alguna vez entendí que se habló de El Juncal como el sitio ideal, pero eso le corresponderá a la Aerocivil. Lo único cierto es que para mejorar nuestra competitividad, crear bienestar social, renovación urbana y abrir las puertas al mundo debemos mandar a volar el aeropuerto de Neiva.