La Nación
Ajuste de cuentas 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Ajuste de cuentas

Francisco Argüello

 

No pinta nada bien el año que viene, pero será clave para determinar el liderazgo del gobernador Luis Enrique Dussán, el alcalde Gorky Muñoz y el resto de mandatarios del Huila, la gran mayoría desconocidos por sus ejecuciones en la región. El año de organizar y planear, ya pasó. Y así haya sido accidentado por cuenta del coronavirus, el 2021 será de resultados, del inicio de obras y proyectos, así sea limitado por falta de recursos económicos. El Gobernador Dussán tendrá- como lo hizo Gorky Muñoz- que acudir a millonarios endeudamientos si pretende sacar adelante su plan de gobierno (en su plan de desarrollo contempla uno de 26 mil millones). En la Casa de Nariño cerraron la llave para las inversiones regionales y todo está destinado a la pandemia. Y así como Duque, tomará la vía de la Reforma Tributaria para jalonar dinero por medio de nuevos impuestos a los colombianos, no creo que el Gobernador escape a la posibilidad de obtener nuevos ingresos y cumplir. Los alcaldes están sedientos de inversiones, se sienten que gobiernan solos, desconectados de la Gobernación, mientras las comunidades reclaman obras e inversiones.

Gorky Muñoz se adelantó al endeudamiento y asumió un costo político alto, desgastante, con un Concejo que le apoyó en su mayoría y terminó sacrificado ante su electorado que seguramente promete pasarle cuenta de cobro en las urnas. Pero solo una buena ejecución de los $60.000 millones, con veeduría y resultados palpables, devolvería la confianza de un sector de opinión que ‘masacró’ políticamente al Alcalde y a sus cabildantes. De lo contrario, el costo político podrá ser más alto.

De momento, Gorky anuncia un remezón en su gabinete seguramente para enderezar el rumbo de su gobierno, un grupo cercano de colaboradores- en su mayoría- silenciados, desconectados, excepto el secretario de Gobierno, Faiver Hoyos, mientras el Gobernador no anuncia cambios. Y seguramente avanzará con un equipo que, posiblemente, trabaja en silencio porque públicamente, no se les ve mucho.

Si miramos otros alcaldes, el de Pitalito, Édgar Muñoz, de quien tenía enormes expectativas, pasa el primer año sin pena ni gloria, con más ruido que ejecuciones. El de Garzón, Leonardo Valenzuela, no existe. Y el de La Plata, Luis Carlos Anaya, no deslumbra.

Produce estupor que en lugar de proyectos y obras, haya mandatarios reconocidos por sus escándalos. El de Algeciras- por ejemplo- se le dio por casarse y protagonizar una bailadita masiva en plena pandemia. O la rumba del alcalde de Guadalupe Charles Barrera, que fue noticia nacional.  Pero más vergonzoso, los que convirtieron el covid como el trampolín para echarse unos pesos al bolsillo.