Debido al aumento de casos de dengue registrados en las últimas semanas en Garzón y los municipios aledaños como Gigante, las autoridades de salud decidieron emprender una agresiva campaña para evitar su propagación.
Según datos de la Secretaría de Salud, se vienen tratando entre 24 y 26 casos de dengue por semana, lo que tiene alarmada a la comunidad. La manera de evitar que siga creciendo el mal es que se apliquen fumigaciones en todos los sectores, para la cual están listas las campañas que se repetirán en cada sector por tres veces hasta reducir el mosquito, que se ha venido apoderando del municipio, que está de segundo después de Neiva con 214 casos en lo corrido del año.
La secretaria de Salud de Garzón, Diana Marcela Calderón, indicó que: “La campaña de fumigación está lista y con el respaldo de la Secretaría de Salud del Departamento. Lo que más interesa es que la ciudadanía controle ampliamente los focos eliminando charcos de agua, dando buen uso a floreros, que no se dejen llantas que represen agua y que en las albercas se mantenga un aseo permanente, tanto en el fondo como en sus paredes, para eliminar este fenómeno que ha causado el aumento de la enfermedad, por lo que ya no da abasto el hospital”.
Sumado a ello, se muestran aumentos en municipios vecinos como Gigante y Tarqui, en donde también sus autoridades sanitarias han estado atentas a reducir el creciente brote de dengue, adicional a los brotes de virosis que dejan infecciones respiratorias, que con el cambio climático ha disparado las alarmas en centros asistenciales y en diferentes sectores del centro del Huila.
Los caracoles
Una rigurosa campaña de sanidad para prevenir consecuencias en el sector afectado con la presencia de caracoles africanos, que han venido en aumento en los últimos días en los barrios aledaños al cementerio de Garzón, comenzaron a desarrollar las autoridades sanitarias y ambientales dentro de un cronograma que se ha estipulado por el Departamento Administrativo del Medio Ambiente (Dama) y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM).
La campaña consiste en cumplir con la recolección de los caracoles que se han concentrado especialmente en un sector del cementerio y se han esparcido a sectores vecinos, en donde llegan especialmente en las noches y se proliferan muy rápidamente. Según el director de Saneamiento Ambiental, Héctor Javier Rodríguez, los caracoles no son venenosos, pero sí pueden producir enfermedades.
“Aunque el caracol no es venenoso, de entrada sí causa molestias por la destrucción en plantíos, y al ser manipulado, puede contagiar con enfermedades que ponen en peligro a la comunidad”, dijo Rodríguez.
La idea es llevarlos a la planta de Biorgánicos mediante un sistema especial, para tratarlos con elementos que originen su eliminación sin contaminaciones y que no generen problemas para la ciudadanía, evitando por supuesto que allí se proliferen.