Como padres debemos ser críticos objetivos de nuestros hijos, saber en que pueden estar fallando y detectarlo a tiempo. Como padres debemos ser críticos objetivos de nuestros hijos, saber en que pueden estar fallando y detectarlo a tiempo. Aprovechemos las vacaciones donde se pueden fortalecer algunas habilidades cognitivas, motrices y sensoriales de nuestros niños. ASTRID JIMENA RODRIGUEZ P Especial LA NACION Por estos días hemos experimentado la terminación del año escolar, algunos estarán muy 
felices por los logros obtenidos otros no tanto, pero lo importante es realizar una verdadera evaluación de los resultados suministrados por el colegio o jardín y confrontarlo con la realidad de nuestros hijos. No debemos quedarnos felices y contentos porque pasó y ya. Debemos pensar y verificar esas conductas aprendidas, prestarle atención a las recomendaciones de las educadoras, quienes han estado con los niños durante todo el año y tomar medidas correctivas para mejorar el desempeño de los niños el próximo año. Sobre todo en los primeros años de vida educativa, aspectos como la postura, el agarre del lápiz, los procesos de atención, respetar los limites gráficos como son la hoja de trabajo y el renglón, la interacción con los pares, la terminación de las actividades encomendadas, etc., son aspectos que hacen el día a día de los niños y que como no son logros de matemáticas avanzada o de química o física, en ocasiones los pasamos por alto y dejamos y dejamos y dejamos… hasta cuando un prerrequisito de un preescolar puede afectar y limitar la ejecución de los niños en etapas posteriores llegando en ocasiones a presentar dificultades en el aprendizaje y volverse todo un conflicto familiar que se evidencia en el rendimiento académico y la felicidad de nuestros niños. Por otra parte, como padres debemos ser críticos objetivos de nuestros hijos, saber en que 
pueden estar fallando y detectarlo a tiempo. En ocasiones las consultas a los especialistas llegan muy tarde y se pierde tiempo valioso en el tratamiento de niños que requieren una atención profesional. A continuación cito algunos síntomas que pueden presentar los niños que presentan déficits en la integración sensorial.
Signos o señales
- El niño no le gusta que lo peinen, le corten el cabello o se lo laven en términos generales que le toquen la cabeza.
- Presenta irritabilidad ante luces brillantes o cuando se expone a cambios de iluminación de lo oscuro a lo claro.
- Suele alimentarse con alimentos repetitivos, los cambios de textura o sabor lo evitan y por eso parecen ser de mal apetito.
- Evita actividades de precisión y coordinación motriz como abotonarse o amarrarse los cordones, agarrar objetos pequeños, recortar, agarrar el lápiz, etc. cuando lo tiene que hacer se queja todo el tiempo, se cansa rápido y en ocasiones por esto no termina las actividades encomendadas.
- Son niños que parecen no sentir dolor ya que al golpearse o caerse no se quejan, así como también en ocasiones tocan a sus compañeros muy fuerte o demasiado suave.
- Al quererlos consentir con caricias o hacerles cosquillas manifiestan completo desagrado.
En actividades como montar bicicleta o triciclo, correr, saltar, etc que exigen equilibrio, coordinación bilateral, cruce de línea media no es muy efectivo.- Algunos niños no toleran el contacto de la planta del pie con la superficie del suelo y mucho menos si este suelo es texturizado como pasto, arena, tapetes, etc., esta intolerancia la manifiestan con una marcha en punta de pies, o empinados y no les gusta andar descalzos.
- Cuando se sientan a ver televisión o en el suelo, lo hacen sobre sus piernas formando una W con ellas.
- Realizar actividades de auto cuidado de manera independiente le cuesta mucho trabajo.
- Son muy reactivos a los ruidos o sonidos fuertes cotidianos como son los pitos de los carros, el sonido de la licuadora o cualquier fuente sonora que salga de su cotidianidad. En ocasiones pareciesen que no escucharan ya que seleccionan a que atender y a que no.
- Así como también a los olores fuertes como perfumes, ambientadores o aromas de algunos alimentos.
- Suelen meterse todo a la boca y masticarlo hasta dañar los objetos.
- Presentan dificultad para concentrarse en una sola actividad.
Alerta para niños con Transtorno de Atencion con Hiperactividad.
- El niño presenta baja disposición para el juego social con otros.
- Muestra preferencia por juegos deportivos sobre los educativos.
- No realiza el mismo juego por mucho tiempo.
- Retraso del lenguaje.
- Dificultad en el desarrollo de la motricidad fina.
- Dificultad para aprender colores, letras y números.
- Dificultad para el desarrollo grafico.
- Se le dificulta el aprendizaje de la figura humana.
- Le cuesta trabajo seguir normas.
- Se le dificulta su expresión emotiva.
- Puede presentar errores específicos y característicos en la lectura, calculo matemático y escritura (Fundación CADAH).
Advertencia, las anteriores listas de signos son para hacernos sospechar como padres, pero nunca debemos auto diagnosticar a nuestros hijos, para ello están los especialistas, quienes tienen la preparación suficiente para realizar una evaluación completa y determinar el tratamiento a seguir. Aprovechemos las vacaciones donde se pueden fortalecer algunas habilidades cognitivas, motrices y sensoriales de nuestros niños que le servirán para hacer más fácil su aprendizaje en el próximo año lectivo.