El Gobierno Nacional, venía dándosela de café con leche en sus cinco locomotoras de desarrollo: Infraestructura, vivienda, minería, innovación y agricultura. En infraestructura vial, Ecuador nos gana en eso; en vivienda, el “regalo” de las 100.000 viviendas está en pañales; la minería se está realizando a favor de las multinacionales, en detrimento del medio ambiente y efectos negativos para el pueblo. Ahora, concentrándonos sólo en el sector agrícola, el café sigue siendo el cultivo que más superficie ocupa en la agricultura; un cultivo del cual dependen más 500.000 familias y está presente en casi la mitad del territorio colombiano; es un reglón importante de la economía y por eso el paro se siente tan fuerte. Y a pesar de que la producción de café en Colombia ha bajado, este producto sigue siendo una de las mercancías más comercializadas en el mundo. Pero bien, el problema es que los cafeteros están produciendo a pérdida y eso, para cualquier negocio, es insostenible. Ya se ha dicho mucho de los problemas que aquejan al sector cafetero: Que la revaluación del peso frente al dólar; que el precio de los fertilizantes están muy altos; que la roya y la araña roja ha reducido la producción; que la temporada de lluvias afecta también la producción… Y la solución no se atisba. El Gobierno Nacional anda más preocupado por las encuestas y hasta se promueven debates para saber el porqué la imagen favorable del Presidente viene cuesta abajo. Por ejemplo, la revista Semana organizó un debate para despejar lo siguiente: “Santos: ¿Por qué bajó en las encuestas?” ¡Imagínense! El país dando tumbos y lo “preocupante” es la imagen del Presidente ¿Los problemas del país se están pensando en serio? Los problemas del país se están tomando de manera coyuntural, por salir del paso, y no para solucionarlos de fondo, pues se centra sólo en la imagen, en el maquillaje. Si el problema fuera sólo de imagen, basta con quitarle el bigote a Juan Valdez, cambiarle la mula por un jeep y ¡asunto arreglado! Y a propósito de soluciones, en nada contribuyen los estudiantes universitarios que se han sumado a la protesta del sector cafetero sólo para desatar actos de vandalismo, como tampoco se pueden aceptar los actos brutales de la Fuerza Pública. El sector de los cafeteros no está pidiendo la presencia de vándalos, ni que le lleven piedras o “papas bombas”. Necesita es gente seria, incluyendo al Gobierno Nacional, que le ayuden a encontrar soluciones para mejorar las condiciones de producción y comercialización de un sector que está tomándose un café amargo.