Según los primeros reportes, la zona se mantuvo en el registro positivo tras superar el 96 por ciento de la cobertura, lo que garantiza que hubo interés por parte de los ganaderos en el ciclo de vacunación.
Jorge García Tamayo, vocero de Fedegán, indicó que: “Fue positiva la respuesta que dieron los ganaderos. Comparados con años anteriores arroja que se supera la meta del 96 por ciento y que con ello pues el Huila sigue haciendo parte de la zona libre de aftosa y brucelosis, que es uno de los objetivos. Aunque bajó la participación de cabezas de ganado en hatos que tradicionalmente eran los más representativos, que hoy han desaparecido prácticamente en los municipios de influencia del proyecto El Quimbo”.
Todos vacunaron
Lo que sí se evidencia es que los pequeños hatos que cuentan con ocho, 10 o 12 cabezas de ganado están atendiendo y cumpliendo con los índices y registros de vacunación adecuadamente, con lo que esperan se siga contemplando el grado de producción y de atención ganadera, que es evidente.
“En el primer ciclo, que debió cumplirse atípico por no coincidir con el resto del país, en la zona centro fue hasta el 2 de julio pasado y arrojó presencia efectiva en cerca de 200.000 cabezas, aunque antes llegaba a las 240.000”, aclaró el técnico García Tamayo en la primera evaluación que hacen.
Reducción del hato
Los municipios con mayor impacto por El Quimbo, que son Garzón, El Agrado y Gigante, muestran una reducción que es evidente con la entrada de la represa, debido a que se ha desplazado gran cantidad de ganado a otras regiones del país por la salida de los ganaderos, pero se mantiene el pequeño ganadero, que es al que están atendiendo en la actualidad con el ciclo de vacunación y dejando resultados favorables, que es lo que se muestra en los registros de las entidades sanitarias y de control al ganado.
Otras campañas de atención ganadera también hacen parte del plan de proyectos que desarrolla la Asociación de Ganaderos del Centro del Huila para el beneficio del portafolio, como formación en manejo de buenas prácticas, entre otras acciones, que son de vital interés para el fomento de la ganadería en la zona.