La Nación
Colombia a la espera 1 20 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Colombia a la espera

Marco Fidel Rocha Rodríguez

 

“Los grandes habladores son como los vasos vacíos, que hacen más ruido que los que están llenos” Foción.

Colombia, debe reflexionar sobre los graves problemas que tiene que resolver para lograr la unidad nacional y el equilibrio en la justicia. De tiempo atrás, se ha venido cometiendo errores, unos por falta de conocimiento y otros, por la terquedad de sus dirigentes, pero al fin y al cabo los que están recibiendo las consecuencias de esta situación tanto social como económica, es el pueblo en general, cayendo lo más grave del peso en los estratos con más necesidades.

Muchos de los mal llamados “representantes del pueblo” vienen haciendo mal uso de los medios de comunicación o de su poder que le otorgó la sociedad, en un mal momento. Ellos ignoran, que su deber es lograr las mejores condiciones de vida para nuestros hermanos colombianos, sin embargo, lo único que vemos es una oposición que lejos de llamar a los más acertados principios de la administración, la presenta como una oposición habida de lucirse a cualquier costo señalando con los términos más ofensivos a nuestros dirigentes, inculcando en nuestra sociedad el odio entre hermanos, que nos está llevando, no a lograr el país que necesitamos y deseamos para hacer de Colombia una nación fuerte, justa y poderosa, sino logrando cada día los avances propios de la mofa y de la mentira.

El país debe revisar los errores que se están cometiendo y con la colaboración de todos, lograr en el menor tiempo posible la buena marcha de nuestra patria. No se puede continuar esgrimiendo la oposición como un elemento necesario para la democracia aplazando por años obras urgentes y retrasando por décadas las sentencias de los jueces, que son el merecido castigo de quienes atentan contra el buen proceder y por demás, es la lección que reciben los colombianos como prueba de una justicia eficiente, oportuna y pronta.

Son muchos nuestros dirigentes que hacen mucho ruido, pero su conocimiento es vacío como nuestra cita inicial, olvidando el compromiso sagrado que tienen para hacer de Colombia un país feliz y ha cer felices a sus habitantes. La producción de actos legislativos frente a las necesidades de nuestra patria debe ser un asunto de gran preocupación, pero sobre todo para exigir que quienes están encargados de nuestra legislación, llenen los vacíos propios de una comunidad que le importa muy poco la suerte de sus miembros. ¡A legislar con sabiduría y a olvidarnos de la calumnia y la mentira!

marco_f@cesa.edu.co