La Nación
COLUMNISTAS

De nuevo la misión rural

Como es sabido, el Gobierno Nacional acaba de crear la nueva Misión Rural que se encargará de hacer recomendaciones de política pública para el campo, con 5 objetivos claros: Trabajar el rol de “lo rural” en la economía; Cerrar la brecha entre campo y ciudad; Identificar necesidades de bienes públicos; Mejorar índices de productividad e Identificar reformas institucionales, pertinentes para el postconflicto.

Además de todas las anteriores, el reto involucra tratamiento a los cambios climáticos, sequías, amenazas ambientales, desastres que perturban a la naturaleza e impactan, no solo la vida rural, sino la vida de todos nosotros, como las explosiones solares y otras fuerzas cósmicas del universo.

Voy a insertar algunas sugerencias:
Desde que el humano tuvo consciencia del mundo natural se han tejido múltiples fantasías, mitos, leyendas, imaginarios, retos, planes y proyectos, reforma agraria, como fórmulas para incorporar el mundo agrario en nuestras visiones, y es comprensible.

El campo, el monte, bosques, montañas, selvas, tradicionalmente han constituido el “refugio de lo inaudito”, de lo subversivo, de lo mágico, de lo inexplicable; por el contrario, las ciudades son el “refugio de lo racional”, lo urbano, lo académico, lo seguro, códigos y normatividad extrema, mundo empresarial y negocios, totalmente pragmáticos y rentables.

Es por esto que “el humano” ha fundado los centros urbanos, presentes en las distintas tradiciones y culturas, distantes de lo “no-humano” para protegerse y progresar, buscando blindarse y disfrutar de la comodidad, a espaldas del mundo agrario, natural y mágico, probablemente.

Hipótesis 1: Históricamente el pensamiento y la ciencia han mantenido el propósito de conocer la naturaleza, descubrir sus leyes, para “aprender y aprehender” de su sabiduría como de su sentido evolutivo.

Hipótesis 2: Las tendencias futuras sobre “desarrollo humano y crecimiento económico” nos confirman que el futuro de la humanidad es hacer “unidad” con el conocimiento, la ciudad y la armonía rural, o lo que es lo mismo, hacer “equilibrio” de lo agrícola, lo rural, y lo urbano, alinderados con la nueva sociedad “humana-no humana”, porque ya se agotaron los plazos terrenales.
Continuará…