El café es uno de los productos agrícolas de mayor importancia económica en el Huila; genera empleo y visibiliza al departamento ante Colombia y el mundo. Hoy se celebra el Día del Café en nuestro país.
Una de las bebidas más consumidas y populares en el mundo es el café; y hoy, en Colombia de celebra este día como un homenaje a este producto que aporta a la economía del país, y que forma parte de la canasta familiar de cerca de 95% de los hogares colombianos.
Este día fue creado para resaltar el café como bebida nacional y carta de presentación ante el mundo; sin embargo, esta bebida no podría ser posible sin los productores de café, las personas que realizan todo el proceso, desde la plantación, la cosecha, el despulpado, el tueste, hasta llegar al envasado y comercialización del mismo.
Colombia y en especial el Huila, es considerado como uno de los mejores productores de café en el mundo, y acompaña a los colombianos desde tempranas horas, no hay nada mejor que un buen café para comenzar el día. Y por supuesto, a lo largo del día para sobrellevar las cargas laborales y personales.
El café cuenta con propiedad que son beneficio para los consumidores. Es rico en antioxidantes como ácidos fenólicos, polifenoles, alcaloides, ácidos fenólicos elágico, cafeico y clorogénico. Además, contiene vitamina B3.
La importancia de los caficultores
La producción de café es una actividad fundamental, sustenta la vida de miles de familias, genera riqueza y contribuye al cuidado del ambiente y los recursos.
El departamento del Huila se distingue por la calidez de su clima, y sus habitantes, los mismos que día tras día luchan inalcanzablemente por sus sueños y brindar una vida digna a sus familias. Así son los caficultores huilenses, gente pujante, que da lo mejor de sí para que los opitas tengan el mejor producto en sus hogares.
El arduo trabajo que realizan los caficultores es reconocido también, ya que sin ellos no sería posible disfrutar de una buena taza de café. Los productores de café aprovechan sus recursos, además de explotar sus capacidades, las cuales les permiten responder a las demandas mundiales siendo el café un producto de exportación; así mismo, el consumo a nivel local y nacional.
Todos los seres humanos esperan una remuneración a cambio del servicio prestado. Para los caficultores no es una excepción, pues su cultura cafetera no se sustenta solo en la pasión intrínseca en el grano de café recolectado, también es su forma de obtener un ingreso económico que garantice los futuros procesos de recolección sobre los que gira la familia cafetera, comercio que se da en relación a la producción que se logra en la época de cosecha y las garantías que se ofrezcan por parte de los compradores.
