LA NACIÓN
Un total de 270 mil profesores entrarán a paro el próximo 23 de octubre, así lo informó la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fecode) luego de la Junta Nacional de la Federación, que se realizó ayer en Bogotá. El cese de las actividades durará 24 horas y aseguraron que ese día habrá una “gran toma a Bogotá, capitales y movilizaciones en los municipios”.
El principal objetivo del paro es el cumplimiento de los acuerdos firmados con el Gobierno Nacional el año pasado. “El balance realizado por la Junta deja un estado preocupante, porque la gran mayoría de los puntos incluidos en el acta siguen dilatándose sin respuestas, ni documentos oficiales”, explicó Fecode en un comunicado.
El gremio añadió que: “Ante el incumplimiento preocupa el pésimo servicio de salud, que cada vez está más deteriorado. Los sindicatos regionales reportan que hasta las citas de medicina general son negadas; ni el Ministerio de Educación ni la Fiduprevisora ejercen su labora para garantizar que las entidades prestadoras cumplan con los términos del contrato”.
Según el presidente de Fecode, Nelson Alarcón Suárez, quien se posesionó a principios de octubre hasta el momento se han cumplido el 20 por ciento de los acuerdos. “De los 24 puntos pactados, solamente se han cumplido el 20 por ciento. Necesitamos que nos cumplan el 80 por ciento restante. Con estos acuerdos garantizaremos una mejor calidad de la educación”, indicó.
Alarcón, quien fue presidente del Sindicato de Educadores de Boyacá e ingresó a Fecode en 2013, afirmó que en los colegios “hacen falta campos deportivos, laboratorios y material didáctico, para que el niño pueda expresar sus actividades recreativas y culturales. Hoy no existen los escenarios, simplemente se centra en encerrarlos en una aula de clase, sin tener una verdadera autonomía”.
La Federación también destacó que coincide con estudiantes, rectores y profesores universitarios en “conformar un bloque amplio que convoque a más sectores, con el objetivo común de no solo conseguir mayor presupuesto para la educación pública, sino plantear soluciones de fondo”.
“A nuestros jóvenes universitarios los respaldamos. No se puede concebir que el Gobierno invierta más a una universidad privada que una pública, con programas como Ser Pilo Paga. Tampoco entendemos que más del 80 por ciento de los docentes trabajen por horas en una cátedra, además de que no tienen estabilidad laboral y condiciones dignas. Por eso apoyamos las movilizaciones estudiantiles que se han realizado en defensa de la educación pública”, señaló el presidente del gremio.