La Nación
Dos leyes para el agro colombiano 1 29 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Dos leyes para el agro colombiano

FLORA PERDOMO ANDRADE

La semana anterior en el Congreso de la República se dieron pasos muy importantes en busca de mejores condiciones para el sector agropecuario del país. Las comisiones terceras, que trabajan los asuntos económicos y las quintas donde nos enfocamos en los temas del agro, trabajamos de forma conjunta y mancomunada para darle vía libre a dos iniciativas que estoy segura resultan de vital importancia y ayudaran a los trabajadores del campo, a los productores agropecuarios a mejorar los rendimientos económicos de lo que cultivan y comercializan.
Por un lado, la aprobación de la norma que crea el denominado Seguro Agropecuario, un instrumento para que los agricultores puedan afrontar los riesgos que por diversas circunstancias afectan a la producción y por ende el mercado, pero que además busca fortalecer los mecanismos de protección de las inversiones que realizan, al adquirir pólizas de seguro de manera individual o colectiva y que resulta efectivo en momentos de complejidad, como el cambio de clima que afecta las cosechas, los problemas fitosanitarios y claro los aspectos relacionados con el financiamiento que muchas veces resultan afectando el bolsillo de los productores del campo.
Es tan importante, que el proyecto redefine el Fondo Nacional de Riesgos Agropecuarios FNRA, que es la principal fuente de recursos para el aseguramiento de las cosechas, apoyando con un incentivo de hasta el 85 por ciento el valor de la prima y contribuyendo de esa manera a fortalecer la posibilidad de acceso a recursos en momentos de dificultad.
Otro aspecto de suma relevancia se relaciona con la creación del sistema de información para la gestión de riesgos agropecuarios entregando así unos lineamientos que permiten focalizar y definir reglas claras para el acceso a los subsidios, priorizando a los pequeños productores rurales y establecimiento todo un plan de acceso a la información que permita concientizar a los trabajadores del campo sobre la importancia del aseguramiento.
El Seguro Agropecuario también vincula nuevos esquemas encaminados a dar cubrimiento a situaciones que no son tenidas en cuenta por los sistemas tradicionales, siendo más inclusivo, extendiendo la cobertura a perjuicios causados por riesgos naturales, meteorológicos, geológicos, biológicos, antrópicos, de mercado, comercialización y transporte entre otros.
Y como no resaltar el logro de la aprobación de la ley que establece el Sistema Nacional de Insumos Agropecuarios, una propuesta surgida del clamor de los campesinos y trabajadores de la tierra que por años han tenido que enfrentar los altos costos de fertilizantes y demás, afectando sus ingresos y acrecentando sus deudas con el sector financiero.
Esta iniciativa traza un nuevo camino en busca de frenar los incrementos a todas luces desproporcionados y abre el espacio para una política de regulación de precios que ayude a que los productores de alimentos aprovechen los momentos de bonanza y no se vean afectados por el valor de los insumos. Hay que saludar que por primera vez se dota de herramientas legales a las autoridades del campo en el país, para intervenir, ejercer vigilancia e imponer sanciones a quienes no respeten los esquemas de precios; también para abrir nuevos caminos en aras de acabar con el monopolio que hoy controla el mercado de dichos insumos, permitiendo explorar alternativas no solo internacionales, también mirando la forma de apoyar a empresarios del país que le quieran apostar a la producción de fertilizantes.
Es menester hacer un reconocimiento especial al Senador Rodrigo Villalba Mosquera, quien ha sido pieza fundamental como miembro de la Comisión Tercera de Presupuesto y abanderado de estas dos causas, a quien desde la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes acompañamos y respaldamos. No fue una tarea fácil poder avanzar y sacar adelante estas leyes que estoy segura en los próximos días serán debidamente sancionadas por el Gobierno Nacional, dada su trascendencia e importancia para reactivar el campo, dinamizar la producción, motivar al campesinado, entendiendo que es una manera de fortalecer todo el sistema productivo rural del país.
En hora buena.