El 29 de junio de 1976, se lanzó al río Magdalena, desde el monumento a La Gaitana en Neiva, en una travesía de 1.500 kilómetros a nado que lo llevó hasta el Puente Pumarejo, en Barranquilla, donde fue recibido por una multitud de 30.000 personas.
Con 28 años de edad, cumplió el recorrido en pantaloneta, cuchillo al cinto y collares de hilo al cuello, empujado por sus piernas y brazadas que le servían de aletas, animado por millones de personas que seguían día a día su aventura en los medios de comunicación que acompañaban la expedición y odisea.
Fue una especie de reality show de la época, pero con un mensaje positivo, que sirvió para denunciar la situación ecológica, social y cultural en que estaba la cuenca del que en otros tiempos fue la principal vía fluvial entre el interior del país y la Costa Atlántica
“El agua es la gran fuente de la vida, un río sano es el mejor amigo. Quien ama el río, lo protege”, decía el Tarzán Colombiano. Y proteger significaba luchar contra la depredación de la pesca, la tala indiscriminada de bosques, la contaminación.
Ese era su lema de vida, que comenzó a aplicar desde muy niño en el Amazonas, aunque nació el 29 de junio de 1946 en Puerto Leguízamo, Putumayo, en una aldea a orillas del majestuoso río.
Con la hazaña, Kapax, famoso además por ‘Cantalicia’, una boa constrictor que siempre lo acompañaba y que curiosamente decomisó un funcionario de Corpoamazonia un día después de que el presidente Santos le rindiera homenaje, sentó un precedente de llamado de atención sobre el grave estado de polución, degradación y ‘ofensa’ que ya entonces el hombre estaba ejerciendo sobre los afluentes de la nación, con lo que se anticipó en años a la lucha mundial por la defensa del medio ambiente y prevención del cambio climático.
Posteriormente en el año 2000 repitió otra hazaña parecida al nadar, con el mismo propósito, el río Amazonas desde Puerto Nariño hasta Leticia, donde hoy trabaja de guía turístico y asesor de imagen del Hotel Decamerón, donde su nombre es un atractivo gancho para invitar al turista a hospedarse y posar con él para la foto recuerdo de la estadía en la ciudad.
En ese periodo dorado, Kapax (pez ágil del Amazonas) participó en seis películas y protagonizó una fotonovela. En 1999 realizadores del programa Geo&Geo, de la televisión pública italiana, filmaron el ‘Último Tárzan’, un documental sobre su vida transmitido por RAI y Raitre, el canal tres de la Radio italiana.
En 2002 el presidente Álvaro Uribe lo nombró Embajador del Turismo y del Medio Ambiente, cargo que jamás le reconocieron oficialmente. Se casó con María Salinas y tuvo 3 hijos.
El héroe hoy
La información más reciente del legendario personaje la publicó esta semana el portal Las 2 Orillas, ‘El ocaso de Kapax, el Tarzán colombiano’, de Iván Gallo. Allí se destaca la vida y obra de este singular personaje, efectivamente, trabajando como empleado de hotelería, volviendo a ser Alberto Lesmes.
“…se vuelve a convertir en Kapax tres veces al día: a las 11 de la mañana, a las dos de la tarde y a las siete de la noche, cuando arriban a la ciudad los turistas y él tiene que estar ahí, con su pelo blanco, sin Cantalicia acariciándolo…”
Tal vez soñando con los años de gloria (cruzando el Magdalena, en un trayecto de 39 días, con cerca de 800 embarcaciones como escolta) que ya nunca volverán, pero satisfecho de haber dejado a Colombia un legado que nunca deberá olvidar ni dejar de reconocerle en defensa de la naturaleza.
El llamado Tarzán Colombiano se convirtió en una atracción en los años setenta.
Kapax era además famoso además por ‘Cantalicia’, una boa constrictor que siempre lo acompañaba.
Alberto Lesmes Rojas es hoy guía hotelero en Leticia.