La Nación
El cambio no sería tan difícil 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El cambio no sería tan difícil

Si las buenas intenciones y el decálogo formulado por el presidente Petro en su discurso de posesión se hace realidad, Colombia puede ser otra al cabo de 4 años. Aunque el reto es inmensamente grande, la esperanza y las ilusiones que se han creado en torno a su proyecto político, que muchos colombianos no acompañamos, más por miedo de lo que podía significar para nuestra democracia, por el temor de que su presidencia fuera un salto al vacío y el inicio de un camino sin retorno, debemos reconocer, como ya lo hemos expresado anteriormente en esta columna, que sigo siendo cautivo de la sorpresa y el asombro, por descubrir cada día a un Petro que no conocíamos y de quien nos habíamos formado una idea totalmente distinta, seguramente producto de una agenda propagandística de la política del miedo.
¿Estuvimos engañados o estamos siendo engañados?

Con un lenguaje moderado y conciliador, con un equipo económico en el gabinete ministerial que en medio del cambio que propone, transmite confianza y tranquilidad a los mercados, Petro nos llena de optimismo para poder superar la polarización que en mi caso como el de muchos otros llegó a fracturar familias y poder superar ese pasado construyendo un futuro con lo que él llama “una política de amor”. Ojalá podamos reencontrarnos con aquellos cercanos a quienes pudimos haber lastimado por la vehemencia e intolerancia a que nos condujo esta espiral, más que de odio, de físico temor por un mañana que avizorábamos lleno de nubarrones y tragedia para la democracia.

El presidente seguramente liderará causas necesarias, pero con resultados inciertos, como el viraje en la guerra contra las drogas, que por difícil no significa que no se deba seguir intentando, pero iniciará cruzadas urgentes, donde la nobleza de los propósitos permitirá aunar voluntades y legitimar decisiones difíciles que permitan transitar hacia un país con mayor justicia social y equidad.

Entonces, si el Petro presidente se comporta como se ha mostrado en esta metamorfosis, de oruga a mariposa, de candidato a gobernante, deslindándose de la ideología de extrema izquierda, fortaleciendo la democracia con más dialogo y participación, no le será tan difícil cumplir lo prometido, para combatir las desigualdades que son las generadoras de las crisis en la democracia, erradicar la pobreza extrema y el hambre y por sobre todo combatir sin tregua la corrupción, cuya huella del gobierno saliente ha causado indignación y repugnancia.

Con sinceridad, por el bien del país, deseamos el mejor de los éxitos al presidente Petro, pues de nada sirven los buenos propósitos si no van acompañados de realizaciones, recordando que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones.