Albeiro Castro Yépez
Con la llegada al umbral de la Semana Santa surgen dos reflexiones, la primera por supuesto se enfoca en las espirituales y las segundas apuntan a la primera evaluación del comportamiento de las tendencias turísticas trazadas para el año 2021. En este sentido, las de corte espiritual continúan por el sendero que tradicionalmente ha trazado el credo católico para congregar la feligresía desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua; para este año las autoridades eclesiásticas se han acogido a las restricciones que tienen por objetivo contribuir a la mitigación del riesgo de contagio del Covid-19, pero, desde luego, manteniendo la comunión mediante el uso de los medios digitales, entre ellas, las redes sociales. Se prevé entonces, una Semana Santa con sabor local. Por fortuna en cada comunidad el fervor popular asistido por su pastor ha perfilado su propio sendero de peregrinación, de ello, existen muchos ejemplos, se trae a la memoria algunos ya recorridos, como, el cerro de la Cruz de Fortalecillas una peregrinación muy nutrida y fervorosa; el Sendero de Paicol, Monserrate en Garzón, San Andrés en La Plata, El Tabor de Gigante, San Roque del Caguán tal vez el más extenso de todos, pues, son nueve kilómetros en terreno plano, y el más exigente, el cerro de La Cruz en Santa María que además tiene su propia leyenda de la lucha del bien contra el mal.
La segunda reflexión corresponde al análisis del cumplimiento de las tendencias del comportamiento turístico trazadas para el año 2021, por un lado, los optimistas apostaron por una recuperación rápida saltándose el proceso de reapertura para aterrizar forzosamente en la reactivación del sector, por otro, lado, entre ellos, la OMT recomendó prudencia, pues, la reapertura se estima ocurrirá entre los años 2021 y 2024, y luego con mucho esfuerzo y previa la creación y fortalecimiento de la percepción de seguridad, llegará la anhelada reactivación esperando que para el año 2030 se logre equiparar los indicadores registrados al cierre del año 2019. Colosal tarea que exige crear sinergias entre la institucionalidad con los prestadores de servicios turísticos y la comunidad con dos misiones específicas, la primera lograr la inmunidad de rebaño y la segunda, la cobertura universal del Check In Certificado, como un sello de garantía del cumplimiento de los procesos de asepsia y de minimización de las posibilidades de contagio del Covid-19. Si bien, Colombia trabaja en el cumplimiento de las dos misiones, se observa un lento desempeño, tal vez se logre el objetivo, pero se percibirá mucho después de la divulgación de los vecinos y por supuesto de la competencia. Para el caso Huila la percepción no es diferente ni en cobertura de vacunación, ni en la certificación de sellos de bioseguridad.