La Nación
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El economista inmaduro

El poder ciega, pero en el caso de Maduro el poder ciega, trastorna, altera y lleva al delirio.

Las cifras del vecino país son preocupantes a nivel económico. Inflación anual por encima del 60%, la contracción del PIB oscilando trimestralmente entre el -4,9% y el -2,3%, y las importaciones caídas en un 12,3%.

Por los indicadores y por los palpables problemas de los venezolanos para atender sus necesidades básicas, el Presidente Maduro ha tomado la decisión de presidir el “Estado Mayor cívico-militar-popular del Organo Superior de la Economía” buscando solucionar todos estos problemas de tajo. Pareciera que Venezuela se hubiera convertido en algo así como en la “Banana Republic”donde todo se improvisa, a pesar de tener las más grandes reservas de petróleo del mundo.

Lamentable por los ciudadanos que sufren las consecuencias de unas políticas poco serias; lamentable que tantos niños estén sometidos a tantas limitaciones en su comida y desarrollo por culpa de un Estado fallido.

Para Colombia también es un tema difícil especialmente por los 2.219 kilómetros de frontera que compartimos con la patria hermana. La debilidad económica de los vecinos genera incertidumbre y arrastra buena parte de la problemática afectando a los comerciantes colombianos; esos intempestivos cierres de frontera alteran los planes de negocios y ocasiona cuantiosas pérdidas económicas.

Desde la época de Chávez la situación se ha tornado grisácea en torno al manejo económico de Venezuela; recuerdo cuando este, caminando con todo su séquito por el centro de Caracas, señalaba con el índice al azar un edificio y decía simplemente: “Exprópiese”.

Los países latinoamericanos, luego de las dictaduras, han sido muy cautelosos en el manejo de sus políticas financieras porque saben claramente las implicaciones que toda mala decisión puede desencadenar en el mercado global e interno.

Venezuela y sus dirigentes no miden ni sus pronunciamientos ni sus decisiones, y en parte este comportamiento ha provocado desabastecimiento e inflación, y la pérdida de importantes socios comerciales.

La solución no se vislumbra en el inmediato futuro, porque la terca “escuela económica Maduro-Chavista” tiene una ceguera permanente pensando que la riqueza del petróleo puede desperdiciarse de manera infinita.
ramiromunoz@live.com