La Nación
COLUMNISTAS

El gran colombiano

Hice parte del millón largo de colombianos que participaron por internet en la selección, promovida por El Espectador, de El Gran Colombiano, proceso que se ha venido adelantando en varios países del mundo en el que los ciudadanos eligen al personaje nacional que consideran el más representativo en la construcción o defensa de su país.
En Francia escogieron al general Charles de Gaulle, en el Reino Unido a Winston Churchill y en Colombia, hace algunos días, al ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Mi voto fue por el general Antonio Nariño, prócer de nuestra independencia. Lo hice después de decidir entre los generales Santander, José Hilario López, (libertador de los esclavos) y Rafael Núñez, Alfonso López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo y Gabriel García Márquez, nuestro Nobel de Literatura. Siempre creí que la decisión final de los colombianos estaría entre Nariño y Alberto Lleras Camargo.
A Antonio Nariño, desde cuando recibía clases de historia patria en el colegio, lo identifique como el hombre de la génesis de Colombia como República. Se le llamó Precursor de la Independencia porque fue él quien al traducir la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, promulgada por la Revolución Francesa, sembró en la conciencia de las gentes los ideales de la libertad y la soberanía de los pueblos. Su vida fue casi todo el tiempo de sacrificio por esos ideales. Fue condenado a prisión por los españoles, calumniado y menospreciado.
Cuando de tocó actuar como presidente mostró, como ningún otro de su tiempo, su sentido de integración nacional. Fundó el periódico La Bagatela desde el cual defendió sus ideales. Basta con leer su biografía para saber que ninguno de los luchadores por la independencia le aportó tanto a la creación de la República. Sin su lucha el proceso de la independencia hubiera sido más tardío, quizás como el de Cuba o Brasil.
Alberto Lleras Camargo, el hombre cuya inteligencia y equilibrio político le permitió ganarse la confianza de todo el país después de casi diez años de la violencia iniciada en 1947 por el gobierno de la época que se tradujo en 300.000 muertos, que asesinó a Gaitán en 1948 y acabó con la democracia haciendo de Colombia un país inviable.
Nariño y Alberto Lleras, uno del siglo XIX y el otro del XX, son los dos grandes personajes de nuestra era republicana. Si ninguno de estos personajes fue el escogido, como el Gran Colombiano, es porque dentro del pensum académico ya no figura la historia.