Las autoridades han producido esta semana resultados concretos en uno de los casos de inseguridad que ha conmocionado a los neivanos en lo que va de 2023: el crimen del joven universitario Julián Mauricio Ramírez, baleado a la entrada de su casa del barrio San Jorge de Neiva por robarle su motocicleta.
Fueron capturados en Aipe, Huila, y Villa Garzón, Putumayo, Yeison Alejandro Narváez y Luis Fernando Quintero Cruz, como presuntos responsables del asesinato del joven en medio de un atraco, en hechos ocurridos el pasado mes de febrero en el sur de la ciudad. Las investigaciones adelantadas conjuntamente entre la Policía Metropolitana de Neiva y la Fiscalía General de la Nación arrojaron que ambos participaron en el episodio endilgado y que Quintero Cruz, de 18 años de edad, habría sido el responsable de haber accionado el arma de fuego contra la vida del universitario.
La contundencia del material probatorio recaudado por los investigadores asignados al caso ha permitido que un juez avalara los operativos en los que fueron capturados y ordenara enviar a Narváez y Quintero Cruz a un centro carcelario.
De esta manera, tanto la Policía como la Fiscalía envían un mensaje contundente de ejercicio de autoridad frente a un hecho que generó zozobra entre los neivanos. En ese orden de ideas, es oportuno destacar la diligencia con que han actuado ambos organismos para evitar que el crimen del joven Julián Mauricio quedara en la impunidad.
Frente a la ocurrencia de un hecho de inseguridad, el ciudadano del común espera que los organismos de seguridad del Estado actúen y pongan a buen recaudo de la justicia a los responsables.
El reto ahora de la Fiscalía y de los mismos jueces es que con base en las evidencias recogidas, los implicados sean condenados y reciban un castigo ejemplar, sin ningún tipo de concesiones.