Jaime Arbeláez Ospina
Periodista
No es secreto que la pandemia del coronavirus agravó las dificultades de la prensa escrita en Colombia, afectando el derecho de la gente a la información libre, oportuna, independiente y pluralista. Y digo que agravó porque desde hace varios años viene la crisis: por el costo del papel con un dólar por las nubes y sectores de la economía maltrechos, como el de vivienda, tradicional pautante, impactando la publicidad y los contenidos comerciales.
Otros golpes han venido por cuenta de las noticias en internet sin costo, con páginas web, portales y redes sociales a las que a veces parece no importar los riesgos de poner en entredicho la credibilidad y veracidad, dando preponderancia a la opinión y al comentario más que a la información del suceso.
Esa realidad, súmele la no venta en la calle, obligó a varios periódicos, especialmente regionales, a tomar la difícil decisión de suspender o retirar periodistas y personal de otras áreas; a no imprimir y operar a través de los canales digitales, con la incertidumbre que regresar a la normalidad significaría elevar costos. En consecuencia, traerá inmensos retos a los medios, que nunca se habían enfrentado a un escenario similar y tan complejo, en el propósito e interés de continuar aportando a la sociedad, a la democracia y a la información seria.
Pero para hacerlo y garantizar empleos, también debe haber una contraprestación en procura del mantenimiento de la prensa y el oficio. Pensar en que el Estado ayude con el contenido pautado; se estimule la inversión publicitaria descontable del impuesto de renta de los anunciantes y eliminar el IVA a la publicidad; se facilite líneas blandas de subsidios y créditos, entre otras alternativas de financiación.
El periodismo como bien público debe seguir funcionando y, como otros sectores golpeados por la calamidad, deberá reinventarse para adaptarse a las nuevas circunstancias y seguir cumpliendo el compromiso social de contar a la ciudadanía lo qué pasa, denunciar la corrupción, destacar lo positivo, entretener, como ha sido siempre costumbre.
La idea es que los lectores y pautantes reconozcan y respondan al esfuerzo porque igual que la labor de los trabajadores de la salud, de los de suministros de alimentos, de los recolectores de basura, el periodismo es un oficio indispensable y absolutamente necesario para la sociedad, antes y después de la pandemia. Y es ahí donde esperamos tener a LA NACIÓN, la Noticia Independiente, para celebrarle muchos cumpleaños más.
La idea es que los lectores y pautantes reconozcan y respondan al esfuerzo porque igual que la labor de los trabajadores de la salud, de los de suministros de alimentos, de los recolectores de basura, el periodismo es un oficio indispensable.