La Nación
COLUMNISTAS

El poder como las nubes duran poco

Se necesita mucho conocimiento para darse cuenta del grado de su propia ignorancia: Thomas Sowell.- Los Congresistas representan al pueblo y deben actuar consultando la justicia y el bien común; su elección se realiza por votación directa de los colombianos. Así fue elegido el actual, con Uribe, y todo su combo, pero se desconocen las causas por las que Uribe, tacha al Congreso de ilegítimo, que es como echarse un baldado de agua caliente en su propia cara.  Dizque recogerá firmas para convocar a un referendo, en el que se pida la revocatoria del Congreso, porque la esencia de la democracia ya no vive allí, y que de fijo, se prestará para montar sobre él, un prevaricato colectivo. Todo porque saben los del NO, que el presidente Santos, tiene la opción de contar con mayorías para su aprobación. No entendemos hasta dónde quiere llegar Uribe, por liderar una causa indefendible, perdida para él desde el mismo día que se quiso apropiar del temario de la paz; no ha querido entender que no lo puede revivir. Da la idea que no tener el poder le produce una desesperada nostalgia hasta la locura; sigue respirando por la herida; porque está invitando a la desobediencia civil. Es difícil que el pueblo le siga acolitando semejante desafuero, porque ya mostró sus propios intereses, encaminados a la guerra y ésta es una derrota para la humanidad. La gente que lo estaba siguiendo, debe olvidarse de sus malsanos consejos sólo le sirven a él; los que necesitamos seguir viviendo tenemos que acogernos a la civilidad que junto con la tolerancia es una virtud básica de la convivencia política. Bien lo dice uno de los aparte del acuerdo de la Habana: La paz ha venido siendo calificada Universalmente como un derecho humano superior y requisito necesario para el ejercicio de todos los demás derechos y deberes de las personas y del ciudadano; De tal manera, que la ciudadanía integral son los derechos civiles, políticos, sociales y culturales de una República, con justicia y libertades públicas que  atraen la paz. ¿Dónde pensarán los del NO, debatir el proyecto de la reforma tributaria, que es lo único que por el momento les queda; lo hará en ese Congreso sin legitimidad? O se irán a la plaza pública. Por ésta y otras  razones es por las que se argumenta,  que la poca democracia que hemos tenido se debilita, y es muy difícil su consolidación. A los del NO, parece que los mueve un estado de alerta y los consume el susto con odio y venganza.