La Nación
El poder de la mentira 1 4 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El poder de la mentira

Jorge Fernando Perdomo

La mentira parece haberse posicionado como una táctica política, dentro de una estrategia para desprestigiar.

Y la mentira funciona cuando los ciudadanos no tienen información suficiente sobre los hechos, cuando olvidan, o cuando un pueblo ha sufrido demasiado y es presa fácil de las astucias de los embaucadores de turno.

Los propagandistas de la mentira con fines electorales que más han tenido éxito, florecieron en la Alemania nazi.

La campaña por el Brexit en el reino unido y la que llevó a Trump al poder fueron atravesadas por la mentira.

MIENTE, miente que algo queda. Plutarco le atribuía esta frase a un ambiguo personaje que había sido consejero de Alejandro Magno, quien ordenaba a sus secuaces que sembraran confiadamente la calumnia, diciéndoles que cuando la gente hubiera curado su llaga, siempre quedaría la cicatriz.

Como quien dice, mienta que una mentira repetida muchas veces tiende a convertirse en verdad, al menos en la mente desinformada y olvidadiza de los colombianos.

La campaña por la gobernación del Huila, no ha sido esquiva a la tendencia de aplicar la mentira como táctica para desprestigiar a un candidato y a su propuesta política.

A Carlos Ramiro Chavarro se le adjudican responsabilidades en hechos en donde toda la clase dirigente del Huila estuvo comprometida.

En el aval para la construcción estuvieron gobernadores, parlamentarios, diputados, concejales y el sector privado que veían en la represa una oportunidad para desarrollar empresas e industrias relacionadas con el agua.

Muchos de quienes hoy satanizan a El Quimbo, le dieron su aprobación desde la gobernación del Huila.

En la agenda interna para la productividad y competitividad del departamento que fue un ejercicio de construcción colectiva, nacido en el año 2005, por iniciativa del Gobierno de Rodrigo Villalba, se determinó como una de las apuestas productivas del departamento la generación y comercialización de energía, aprovechando el potencial hidrológico y para lo cual resultaba prioritario la “Promoción del Proyecto Hidroeléctrico de El Quimbo…”, y de los “proyectos de Pericongo y Guarapas, después de el Quimbo..”

ASI DE CLARO.

No solamente Quimbo, sino también Pericongo y Guarapas era la propuesta del Gobierno Villalba, dueño de la candidatura de donde hoy provienen las mentiras.

Hoy, muchos de ellos se dan golpes de pecho o mienten desde su utilidad política.

El Quimbo, como táctica política para desprestigiar a un candidato con la mejor opción, es una vulgar mentira.

El Quimbo, está ahí. Lo que hay que hacer es buscar la unidad de la sociedad, derrumbando los muros cimentados en las mentiras que algunos quieren levantar para dividirnos y construir puentes para unirnos en el propósito de que se cumplan con las compensaciones pactadas.

Y esa será una misión que el pueblo le encargará a Carlos Ramiro Chavarro, gobernador.