El imaginario colectivo es que si sube el precio de la gasolina, esto va a favorecer las finanzas de las estaciones de gasolina del país. Al parecer, esta afirmación no sería tan cierta, pues aunque en 2017, la gasolina subió casi mensual y al finalizar el año acumuló un alza de 845 pesos en el precio de la gasolina (10%) y 638 en el del Acpm (8,31%), hoy por hoy, el gremio de los distribuidores minoristas de gasolina se declara en crisis.
Y es que el alza de la gasolina, no afecta solamente a quienes tienen un vehículo, también produce incrementos en el transporte de carga, incrementa el precio de los alimentos y otros productos y servicios que se movilizan por el país en camión o mula. Sin contar que el Huila por ser la cola del poliducto que transporta el producto, tiene la gasolina más cara del país.
“El 2017 fue un año bastante duro en el incremento del precio del combustible, porque tuvimos alzas seguidas de 111 pesos el galón de gasolina, entonces fueron tres meses seguidos para nosotros, lo cual es estar por encima de los índices de inflación”, expresó Luz Mila Moyano, directora de Fendipetróleo para Huila y Caquetá.
Y añadió, “obviamente esto va a afectar todo lo que acarrea el combustible, el transporte de carga, de alimentos, todo esto va a repercutir, es como un efecto dominó, si sube el precio del combustible, entonces va a subir el resto de precios de lo que tenemos alrededor del combustible”.
El incremento del precio de los combustibles está ligado por un lado al precio dólar, y por el otro al comportamiento del crudo WTI, “cuando sube petróleo, automáticamente sube la gasolina, pero entonces uno dice y el dólar ¿qué ha pasado?, resulta que cuando sube el dólar, también sube el precio del combustible porque Colombia maneja el precio de oportunidad, si Colombia vendiera un barril de gasolina afuera de Colombia se la están pagando en dólares, eso es el costo de oportunidad”, explicó Moyano.
¿Por qué afecta a las estaciones?
Contrario a lo que se piensa, el incremento de la gasolina, no beneficia mucho a las estaciones de servicio, “esto trae como consecuencia una parte negativa hacia los distribuidores minoristas de las estaciones, porque cada vez que sube el combustible, no es lo que la gente piensa, que el precio del combustible a la estación de servicio va a retribuir más dinero, no, de pronto puede recibir más dinero, pero no es de la estación de servicio, ese dinero que va a recibir son más impuestos, que le debemos pagar nosotros al Gobierno Nacional”
Y es que son muchos los impuestos y arandelas que deben pagar las estaciones de servicio, y que finalmente solo le deja un margen de ganancia de 735 pesos por galón, sin contar el pago de empleados, los mantenimientos u otros gastos de operación. A raíz de esta situación en el Huila se ha presentado el cierre de una estación de servició y una reducción de personal cercana al 20%.
“Acá lo que ha habido es despidos, ha llegado el momento en que el administrador está atendiendo también la venta del producto, porque el cumplimiento de las normas nos tiene jodidos, tenemos que cumplir en la parte ambiental, tenemos que cumplirle al Ministerio de Transporte por las vías, tenemos que cumplirle al Ministerio del Trabajo con el sistema de gestión de seguridad para los trabajadores, ya no es como antes que usted llegaba el momento y pagaba un turno, ahora no porque nos demandan, toca pagar seguridad social, entonces el administrador en vez de contratar maneja el mismo, se ha despedido personal y arto, se ha despedido cerca de un 20% de personal aquí en el Huila”, afirmó la directora de Fendipetróleo.
Inseguridad
El tema de los atracos a las estaciones, es otro de los puntos que tiene en ‘jaque’ a los empresarios de la gasolina, “a nosotros la inseguridad nos tiene vaciados, pasan en los momentos de hora pico le quitan al islero lo que ellos tienen y eso que a ellos les dicen que no pueden tener más de 300 o 400 mil pesos en la riñonera, pero hay momentos en los que tienen más dinero y se los hurtan y ya no es como antes que teníamos vigilante, es que ya no podemos, entonces todas estas situaciones son las que nos tienen a nosotros en crisis”, aseveró Moyano.
Frente a esta difícil situación que aqueja a los minoristas de Huila y Caquetá, el gremio le está pidiendo al gobierno una merma en los impuestos para poder sostenerse, porque de lo contrario, el cierre de estaciones y despidos de personal, van a continuar. Por ejemplo en el Caquetá, donde la situación también es crítica, se han cerrado 15 estaciones de servicio.
