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‘En Suaza primero se aprende a tejer que a escribir’ 1 29 abril, 2024
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‘En Suaza primero se aprende a tejer que a escribir’

‘En Suaza primero se aprende a tejer que a escribir’ 7 29 abril, 2024
María Elena es ejemplo de la impecable labor que hacen los artesanos al elaborar el sombrero de Suaza.
Cuando era una niña de siete años María Elena Muñoz Duarte recuerda que primero aprendió a tejer sombreros que a escribir. Esta mujer artesana del centro poblado de Guayabal, municipio de Suaza, lleva 48 años elaborando el sombrero ícono cultural de nuestro departamento.

Basada en lo que le enseñaba su progenitora Oliva Duarte, quien fue muy reconocida en el departamento y obtuvo una exaltación por parte del expresidente Ernesto Samper; María Elena Muñoz asegura que es una tradición de familia que nunca se pierde.

El sombrero de Suaza lleva años siendo insignia de la cultura opita, cada San Pedro es el atuendo preferido para huilenses y visitantes. Precisamente hace poco se le dio la denominación de origen, algo que enorgullece a María Elena y a las artesanas de Suaza.
 
Trabajo en familia

A los 54 años de edad elabora sombreros con el mismo gusto y amor que le enseño su mamá y ahora ella transmite a sus familiares.

María es madre soltera y ha sido su negocio el que le ha permitido dar estudio a su único hijo y crear la microempresa familiar.

Aunque asegura que no es un trabajo muy rentable añora lo que hace. “El día que yo no estoy tejiendo para mí no es un día normal, mi vida es tejer y eso lo llevo en el alma y el corazón. No es un arte rentable porque a nosotros los artesanos nunca nos compensan pues los que vienen ganando son los intermediarios”.

Muñoz Duarte actualmente trabaja en compañía de dos hermanas, un hermano, una sobrina y su hijo. Las mujeres tejen el sombrero y los hombres se encargan del acabado.

Esta emprendedora mujer también fábrica con el mismo material, accesorios y bisutería collares, manillas, camándulas, llaveros entre otros, que hacen parte los productos que ofrece en su local ubicado en la vereda Guayabal de Suaza.

Los precios de los sombreros dependen de la calidad, diseño y textura del material, oscilan entre 180, y 600 mil pesos los de fibra mejor seleccionada.

Reconocidas personalidades locales y nacionales han lucido el sombrero hecho de manos de María Elena.

Actualmente hace parte de Artesuaza, una asociación de artesanos creada hace dos años e integrada por cerca de veinte mujeres de manos laboriosas que impulsan la cultura del sobrero de Suaza, símbolo de nuestro departamento.
 
Exaltación

Entretanto, ella ha participado en varias ferias de artesanos en el marco de las festividades sampedrinas por eso ha sido acreedora de dos premios.

El primero en el año 2007 cuando quedó en segundo lugar en una exposición de sombreros durante el Encuentro de Maestros Artesanos. El segundo en el año 2011 donde se llevó el primer puesto.
 
Elaboración

La materia prima para elaborar el tradicional sombrero de Suaza es la iraca, una palma silvestre que se da en climas templados.

Antes de cortar los tallos lo primero es asegurarse que esté bajo la sombra para tener un buen color de la hebra, indicó María.

Se cortan veinte centímetros desde la parte inferior a la superior de la planta “entre verdoso y blanco para que sirva”.

Luego de esto se le quitan los orillos, se le extrae el centro o corazón del tallo, posteriormente con unos huesos de un perro en forma de orquesta se sacan las hebras. “Yo tengo los huesos ripiadores que utilizaba mi mamá, son los de la familia”, dijo la artesana.

Después de ripiar con los huesos se extrae la vena quedando solo el centro del tallo, se pasa a una olla grande donde se cocina durante una hora, esto le permite mejor textura.

También se lava y se despega hebra por hebra para extender en una cuerda bajo la sombra durante dos días.

Cuando están secas se selecciona dependiendo de las tonalidades y texturas de acuerdo al sombrero.

Generalmente en Suaza hay personas que tienen en sus fincas y a ellos les compran por docenas que valen tres mil o 3.500 pesos. La familia de artesanos tienen 12 en su finca.

Con 50 cogollos sale un sombrero. Para ello se cogen cuatro manojos de cuatro hebras y se teje sostenido con una piedra, aumentándolos gradualmente para ampliar el tejido y dar forma.

Ya con la base del sombrero se coloca sobre un molde y se termina para luego hacer los acabados.

Según María Elena “generalmente con un sombrero fino me demoro cuatro semanas y los normales ocho días tarda  su elaboración”.