Alejandro Serna
Ante el descontento social de los neivanos frente a sus instituciones jurídico políticas por la falta de gestión, presencia y rendición de cuentas del estado, producto del abandono de la “Neiva profunda y desigual”, en especial por los 117 asentamientos informales en riesgo, que según cifras oficiales son cerca de unas 32 mil personas equivalentes al ocho por ciento de la población neivana que claman mayor inversión para que dejen de ser invisibles ante los ojos del municipio.
La misma situación la viven de los centros poblados de Neiva como el Caguán, Fortalecillas, Guacirco, Aipecito, San Luís y Vegalarga, en donde sus habitantes reclaman mayor presencia del estamento publico sintiéndose hoy olvidados, ante la desigualdad frente a las inversiones realizadas en casco urbano, haciendo cada vez más marcada las condiciones de miseria y pobreza en la zona rural.
Como alguna vez le manifesté a mis alumnos de Ciencia Política de la Universidad Surcolombiana, el problema radica en que el ejercicio de la administración pública territorial se convierte en todo un show demagógico: – De hacer más con menos recursos- por la multiplicación de funciones de los alcaldes que son ineficaces ante el despojo de las regalías, como consecuencia del vil centralismo político.
La llave la tenemos nosotros para salir de esta hecatombe social para convertirnos en una Neiva resiliente. De ahí la necesidad de ciudadanos empoderados y de dirigentes comprometidos e iluminados, que respalden proyectos estratégicos como: La definición de la fuente alterna para el sistema de acueducto de Neiva, la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable que abastezca el sur de la ciudad, la construcción de la Avenida Circunvalar de Oriente, la creación del Banco de Materiales municipal, la creación de una Planta Pública de Asfalto, la construcción del Centro Agroindustrial y Ferial, el reavivamiento del Banco de las Oportunidades – Banco Unidos, entre muchos más.
No podemos excluir al sector privado en la construcción colectiva de nuestro entorno y del desarrollo económico. ¡Claro está! invitándolos a participar, pero con garantías para la creación de empresas e industrias sostenibles que generen empleo y mayores oportunidades.
Escribir una historia diferente para Neiva es todo un reto, ante el rezago social en el que nos encontramos, siendo los ciudadanos los protagonistas políticos vinculándose en toma de decisiones de nuestra ciudad, dejando a un lado el egoísmo y la apatía, para dar el paso a dejar huella en la historia de Neiva y un mejor legado hacia las nuevas generaciones.
La historia la reescribimos nosotros mismos, por eso a usted lector lo invito a salir de esa condena de ser celios o lentos. Muy por el contrario, promociónenos que los neivanos nos caracterizamos por ser emprendedores, pujantes y hospitalarios. ¡La historia la escribe usted!