El promedio de acciones de las Farc se mantuvo estable en 2013, aunque se evidenciaron modificaciones de su estrategia en medio de las negociaciones de paz con el gobierno nacional, informó este miércoles la Fundación para la Paz y la Reconciliación.
Según el informe de este organismo dedicado al seguimiento del conflicto, las Farc cometieron más de 2.000 actos violentos, cifra levemente superior a los 1.944 realizados en 2012.
El grupo armado sigue en proceso de recuperación después de la enorme ofensiva del Estado en 2008, durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), señaló el estudio.
Sin embargo, las Farc han modificado poco a poco su estrategia y mostraron flexibilidad para decretar treguas o desatar pequeñas ofensivas según el ritmo de las negociaciones de paz que se mantienen en La Habana desde noviembre de 2012.
La actuación de las Farc incluye "una intensificación del sabotaje a la infraestructura energética y una particular dedicación a promover la protesta social y la acción política", precisó el informe.
Las Farc están presentes en 242 municipios ubicados en 11 de los 32 departamentos, principalmente en las zonas rurales, y cuenta con unos 11.000 combatientes, según cifras de la institución, aunque las autoridades estiman que tienen menos de 8.000 integrantes.
El estudio recordó que la organización armada anunció una tregua navideña entre el 20 de noviembre de 2012 y 20 de enero de 2013, similar a la iniciada el pasado 15 de diciembre vigente hasta el 15 de enero.
La tregua del año anterior fue quebrantada por las Farc, pues en ese periodo se produjeron 41 acciones armadas, de las cuales siete fueron claramente violatorias del cese al fuego unilateral, aunque "en cerca de un 90%" la organización guerrillera la respetó.
Dentro de la variación de su estrategia, las Farc aumentaron el uso de la movilización social y política, pues se evidenció una "activa participación de la población de sus zonas de influencia en los paros, las protestas, los bloqueos de vías, y las marchas por la paz".
Finalmente, el estudio afirmó que tras 10 años de ofensiva del Estado, las Farc sufrieron "la pérdida de sus posiciones en el centro del país, salieron de los grandes centros de producción y comercialización, pero su fortaleza en zonas de periferia es aún importante".