La Nación
Evidencias después de la primera vuelta 1 10 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Evidencias después de la primera vuelta

Alexander Molina Guzmán

Después de la primera vuelta presidencial quedaron varias evidencias que no se pueden negar. La primera, es que Sergio Fajardo pudo haber sido seguramente el que estuviera en segunda vuelta si no hubiera cometido una seguillida de errores: El año pasado en Cali, en un foro que hubo, Gustavo Petro fue el que propuso que se unieran y Fajardo rechazó una y otra vez esa unión; prácticamente, Petro le puso su aspiración en bandeja de plata y Fajardo la rechazó; después, vino la posibilidad que Humberto de la Calle se le uniera y tampoco aceptó esa propuesta; como tampoco, aceptó la posibilidad de una consulta interpartidista. Él mismo se fue creyendo el cuento que solo podía lograr lo que no alcanzó. Es decir, fue la campaña más contradictoria pues pregonaba “la inclusión” y fue la más excluyente (excluyó a Petro, a De la Calle y, de hecho, excluyó la posibilidad de haber sido él candidato único de la centro izquierda). Es que si se suman las votaciones de Petro y de Fajardo, es evidente que le ganan a Duque en muchas ciudades y departamentos.  Mejor dicho, Fajardo hizo unas malas operaciones matemáticas, ¡siendo él matemático!, en cuanto no supo sumar ni multiplicar. Y cerrará con otro error: Votará en blanco.

Una segunda evidencia es que no es cierto que se derrotaron a las maquinarias políticas. No. Lo que pasa es que esas maquinarias mudan, se acomodan y se unen en torno a un candidato presidencial que les garantice su vigencia: Las maquinarías del Centro Democrático, del Partido Conservador, del Partido Liberal, de Cambio Radical y del Partido de la U ya están con Duque. Ya veremos que cuando vengan las elecciones regionales, esas mismas maquinarías volverán a desagruparse para coronar cada una su feudo territorial coronando alcaldías y gobernaciones.

Una tercera evidencia es que sí hay fraude cuando es indiscutible que sí hay una alteración deliberada en los famosos formularios E-14, mediante el cual se registra el total de votos, el total para cada candidato y se trasmiten esos datos a la registraduría, para favorecer a un candidato. El registrador dice que son “errores humanos”, pero la casualidad es que esos “errores humanos” favorecieron a un solo candidato: Iván Duque. Es decir, esos “errores humanos” ya se volvieron sistemáticos y la registraduría no hace nada para cambiar ese guión (la rayita) que se pone en la casilla donde no hay registro numérico por otro símbolo (una equis o un asterisco) que no se pueda alterar. Es evidente que el palo todavía no está pa’ cucharas: No hay elecciones limpias.