Tanto en Ecuador como en Bolivia, la movilización cristiana fue apoteósica, escenarios en los que el supremo líder espiritual del cristianismo, se ocupó con autoridad y brillantez de asuntos atinentes a la realidad histórica, política y social de la región, en lenguaje simultáneamente comprensivo y trascendente. Trató temas que interesan a gobernantes y gobernados. Además, demostró de nuevo, su formidable don de la palabra, y su especial voluntad de escuchar a quienes a él se la dirigen. En las instancias aludidas, hubo ciertamente conmovedoras escenas en lo religioso, político, cultural y puramente humano. La acción y palabra del pontífice, llegan al alma y corazón del pueblo.
En la consolidación de la paz, no bastan las palabras: Se ha dicho con razón, que la paz se hace, haciéndola, siempre en el entendido de que es tarea de todos y para todos. Los denominados “diálogos de La Habana” sugieren la posibilidad real de concretar la paz en Colombia. Dios quiera que la palabra de unos y de otros, se traduzcan en realidades concretas y de efectos perceptibles, superando con generosidad y patriotismo las dificultades de ocasión, lo cual se logra con persistencia, y sobre todo, con buena fe de parte y parte. La paz, para que sea real, debe beneficiar a la Nación entera. El camino de la paz, es la buena y leal voluntad para alcanzarla.
La política: escenario atractivo para la juventud: La comunidad entera está viendo con buenos ojos que integrantes de las diferentes opciones partidistas, especialmente en miembros de las nuevas promociones, muestren interés por los asuntos que atañen al pueblo en general. Día a día, jóvenes de ambos géneros, manifiestan y demuestran su interés y voluntad de participar en el escenario público con tal finalidad. Al respecto se podrían citar varios nombres que a diario están apareciendo en los medios de comunicación. Y esto está muy bien, porque si hay juventud, habrá futuro.
El Huila integrado al país: La administración que preside el doctor Juan Manuel Santos Calderón, cuyo Vicepresidente, el brioso líder Germán Vargas Lleras, quien al parecer está llamado a grandes empeños, se ha distinguido, entre otras razones, por su admirable y atinado desarrollo vial del país, que los está integrando en sus diferentes direcciones a través de proyectos bien concebidos, y debidamente financiados. Este gobierno en el área de obras públicas está cumpliendo una tarea pocas veces registrada en el pasado. Ya se ha convertido en empeño cotidiano la puesta en marcha e inauguraciones de obras de gran aliento.