Desde la Asociación de Expendedores de Productos Cárnicos de Acevedo informaron que las pocas ganancias y altos costos para el sacrificio animal los tienen “desesperados” y al “límite”. La planta de beneficio fue cerrada hace más de tres años y desde entonces deben dirigirse a otros municipios como Pitalito y Florencia.
65 familias acevedunas expendedoras de carne, anunciaron un cese de actividades desde el jueves 25 y hasta el domingo 28 de este mes debido a las pocas ganancias que les está dejando dicha actividad económica; piden que se reconsidere el cierre de la planta de sacrificio animal del municipio, y están dispuestos a dar una pelea jurídica.
El costo de los animales en pie y transporte se ha incrementado por cuenta de la pandemia de COVID-19, haciendo que las ganancias finales para los expendedores sean irrisorias.
Una vez comenzó a regir el Decreto 1500 del 2007, plantas de sacrificio animal como la de Acevedo ya no podrían seguir operando debido a que la norma pretende principalmente que el sector cárnico cuente con unas plantas de sacrificio más modernas y así garantizar mejor inocuidad, cadena de frío y calidad; el costo de las adecuaciones es muy elevado y en consecuencia el lugar nunca pudo adaptarse a lo establecido, por lo que fue cerrado a mediados del 2017.
Desde junio del año en mención los comerciantes sacrificaron clandestinamente, evitando los controles y demás seguimientos de las autoridades, hasta que lograron un convenio con la planta de Pitalito.
De acuerdo con Aurora Rodríguez, presidenta de la Asociación de Expendedores de Productos Cárnicos de Acevedo (Asoexpo), el negocio no fue como lo esperaban. “Trajo grandísimas dificultades porque se incrementaron los costos, se presentan dificultades para el transporte del ganado en pie y al devolverlo en canal, hay que tramitar permisos ante el ICA y demás leyes, que solo representan más gastos”.
Una vez llegó la pandemia, los trámites y precios conllevaron a que se incrementara el sacrificio animal clandestino. Y con el paso de los meses la situación los tiene “desesperados” y al “límite”, expresó Rodríguez.
“Ya no nos podemos sostener porque el precio de la materia prima del ganado está demasiado costoso, nos han incautado carne en canal cuatro veces y eso nos ha ocasionado grandes pérdidas. Tampoco soportamos la persecución, y los precios de sacrificar legalmente son muy altos”.
También dijo que les han dado convenios para sacrificar en otros municipios, incluso en Florencia, pero las ganancias no compensan.
Semanalmente entre 60 y 80 reses de Acevedo son sacrificadas.
Desde la Asociación piden que al menos mientras pasa la emergencia sanitaria, les dejen abrir la planta, son conscientes de que las condiciones higiénicas no son las mejores porque lleva años cerrada, pero que podrían adecuarla y volver a sacrificar como antes.
“Se hacía lo mejor posible, y es mejor a que sacrificar clandestinamente”, aseguran.
La pelea
La protesta se realizará previo a una audiencia pública de pacto de cumplimiento, que se llevará a cabo el próximo ocho de marzo en el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila en proceso de acción popular, que busca la apertura de la planta de sacrificio animal.