Germán Palomo García
El pasado 9 de enero el Consejo Nacional de Política Económica y Social, CONPES, aprobó un documento CONPES que denominó Política de Formalización Empresarial que incluye 65 acciones e inversiones comprometiendo 460.000 millones en los próximos 10 años (superando el periodo del gobierno Duque). El punto de referencia es el programa del Banco Mundial “Doing Business” que mide la capacidad de los países y las ciudades para atraer nuevos negocios. Neiva, desde 2007 viene analizando su comportamiento en la facilidad para promover nuevos negocios reduciendo sus trámites aunque la informalidad, al igual que en el país, sigue presentando cifras preocupantes.
Al adoptar esta política, el gobierno reconoce que uno de los factores que afecta la competitividad del país es la alta informalidad. Por ello, el principal objetivo de esta política es reducirla. Según el Banco Mundial, “cerca del 75 % de las microempresas son informales lo que afecta otras dimensiones de la actividad como la contratación laboral. Según la OIT, La Organización Internacional del Trabajo, el 65% de los trabajadores informales en América Latina trabajan en empresas informales.
Una de las estrategias que considera el CONPES para la formalización empresarial es la reducción de los costos que deben asumir las empresas para calificar como formales. El Banco Mundial, citado por actualícese.com estima que pasar de ser informal a formal le cuesta hoy a las mipymes entre el 34 % y el 46 % de su utilidad bruta, es decir, sus excedentes nacen, precisamente, de la informalidad. El CONPES se orienta a garantizar un régimen de tributación simple, flexibilizar los costos de contratación formal y disminuir la regulación y los trámites asociados a operar en la formalidad. En cuanto a los trámites, se ha iniciado exitósamente con la ventanilla única empresarial (VUE) adoptada en su primera versión hace 10 años pero que el año anterior fue modernizada para contribuir a acelerar la disminución de la informalidad.
El hecho de que esta política supere el periodo presidencial dice de la seriedad de la tarea que no es fácil, por el contrario, es enorme pero completamente necesaria si queremos mejorar nuestros indicadores frente al mundo. Lo informal nunca ha sido un soporte importante para la economía y la teoría de que es mejor ver a ambulantes que ladrones no es real hacia el futuro. Facilitar la formalidad es la solución antes que el bolillo.