Es el alcalde de Pitalito, el municipio más afectado por el paro agrario en el Huila. Le habló duro al Gobierno, al Ministro de Agricultura. Llamó a la calma a los campesinos y a sus laboyanos. Dónde está el Congreso, se pregunta.
Pedro Martín Silva es el alcalde de Pitalito, Huila, la localidad donde escaseó el gas, donde no hay comunicación desde Neiva, donde no se puede viajar para Caquetá, ni para Putumayo, donde rige la Ley Seca, donde se prohibió ingerir licor, transporte de cilindros, escombros, donde ayer los pobladores se encerraron en sus casas porque el Esmad de la Policía abrió paso entre Timaná y Pitalito a una caravana con comida y dejó como saldo diez personas heridas por los enfrentamientos con los labriegos.
Silva habla duro en contra del Gobierno Nacional, del Ministro de Agricultura, un funcionario que se levantó de la mesa de negociaciones con los campesinos y dijo que el diálogo retornaría el próximo martes, “sin importarle lo que ocurre”.
“El Congreso dónde está, por qué no se reúne temprano, por qué no madruga, por qué no hay un mensaje de urgencia, por qué no lo hacen extraordinariamente si es el caso, no les interesa la situación de Colombia, no les interesa la situación del sur del Huila”, criticó.
¿Qué opinión le merece de lo ocurrido ayer?
Sinceramente desconcertado y convencido de que la única posibilidad de solucionar los conflictos es mediante el uso del diálogo, de la lengua siendo un bien común por excelencia. Yo creo que hoy Pitalito si no está peor, está en las mismas condiciones de ayer, las vías nuevamente taponadas, no hemos logrado mayor cosa además de exasperar los ánimos, de generar desconfianzas y de irnos por el atajo cuando podíamos continuar buscando por la vía del diálogo, una solución al conflicto. Habíamos conseguido con los campesinos que se diera vía para pasar alimentos y gas, claro, todos queríamos combustibles, pasajeros, etc. Pero yo les rogué a todos por todos los medios que diéramos un primer paso, que aunque no fuera satisfactorio para todos, era un primer paso, que yo no podría asegurar un segundo paso, pero sí aseguraba que si no dábamos un primer paso, no habría un segundo.
¿Cuál era ese primer paso?
El primer paso era la colaboración y cooperación de los campesinos y de la fuerza pública y de todos de permitir que una caravana humanitaria entrara alimento y gas. Claro, todo el mundo quería combustible, querían que la situación se normalizara, querían dar todos los pasos a la vez. No es posible dar todos los pasos a la vez y en estos conflictos hay que ser ponderados, hay que saber que se van logrando pequeñas cosas pero que se van generando grandes confianzas y se van generando grandes oportunidades que a partir de esas grandes oportunidades que se generan de las pequeñas cosas se logran las soluciones.
¿Alcalde, es cierto que los campesinos habían permitido el paso de gas y alimentos y terminaron pasando gasolina y camiones y por eso se enfadaron?
Ese fue el problema además es que estábamos en las conversaciones en la mañana. Ellos se estaban reuniéndose en la tarde anterior y en la noche habían hecho un acta. Yo me encontraba con ellos recibiéndola, los había convocado para que en mi oficina nos reuniéramos, inclusive habíamos invitado a todos los alcaldes del sur del Huila para ser garantes de esa operación, para que entre todos siguiéramos los diálogos, y siguiéramos convenciendo a los campesinos de la necesidad de pasar combustible, de permitir que circularan algunos pasajeros, de ir mejorando la situación. Ese era un primer paso, a mí mismo no me dejaba satisfecho, yo quería más pero también comprendía que si nos dábamos toda una pequeña oportunidad podríamos generar confianza que nos llevara a lograr más cosas.
¿Qué medidas va a adoptar teniendo en cuenta que las negociaciones hasta el próximo martes se reanudan, este fin de semana los campesinos enfadados pueden generar otro hecho igual con el Esmad?
Yo hago un llamado al señor Presidente de la República, quien tiene la llave de la solución de este problema en sus manos para que den las instrucciones que hagan falta y se reanuden pero inmediatamente los diálogos. Estoy muy incómodo, muy molesto con el señor Ministro de Agricultura, cómo se levanta de una mesa, los demás pueden perder la cabeza pero quienes estamos tomando las decisiones no podemos perder la cabeza, cómo se levanta tan tranquilo de una mesa y dice chao nos vemos el martes, sin saber la situación de tantas y tantas personas que están viviendo, como si no les importáramos en el departamento del Huila. Cómo así que hace falta que la junta del Banco de la República se reúna para que aprueben alguna cosa, y no la semana entrante cuando deberían estarse reuniéndose esa misma noche o madrugar a reunirse como hacemos todos los alcaldes de todo este país, que cuando nos toca no dormimos, no tenemos un domingo como el señor Ministro para dedicárselo a la familia en la mañana y sentarse en los diálogos en la tarde. Nosotros no tenemos sábado, no tenemos domingo, no tenemos horario, estamos a todas horas y las 24 horas dispuestas para la solución sobre todo cuando tenemos problemas graves en el municipio. Yo si veo eso como una indolencia, pero hago un llamado al señor Presidente para que se retome el diálogo, para que se le cumplan los compromisos a los campesino que ya han sido firmados, para que se evite el uso de la fuerza, para que se abra una puerta si es necesario para un dialogo con los alcaldes para que venga también al sur del Huila y de primera mano se conozcan la verdadera situación y no se esté diciendo al país que aquí no pasa nada. Cuando los campesinos, que son gente de bien, están reclamando, algo pasa, pueden tener más o menos la razón pero algo está pasando. Yo me he reunido con ellos y me explican que han pasado seis puntos, uno es el PIC y ese no hay que discutirlo, tres dependen de que se convoquen unas comisiones, tres dependen de un Decreto, de un acto administrativo y otro depende de que el Congreso de la República apruebe una ley penalizando el contrabando que los campesinos consideren que si aprueban esa Ley les cumplen ese punto. El Congreso dónde está, por qué no se reúne temprano, por qué no madruga, por qué no hay un mensaje de urgencia, por qué no lo hacen extraordinariamente si es el caso, no les interesa la situación de Colombia, no les interesa la situación del sur del Huila. Sinceramente que hay una orfandad de congresistas y hay una orfandad de dirigencia y nadie llama a ofrecer ni siquiera, es increíble, es increíble.
¿Si yo voy desde Neiva hasta Pitalito puedo llegar, y si llego que encuentro hoy, el comercio como está, la gente, el ambiente?
Espero que se haya abastecido algo de alimentos, se entraron combustibles, el gas en la mañana de hoy debe estar restableciéndose el servicio, pero por dos días, imagínese es que no alcanza para más. Hemos tomado medidas como el porte de armas blancas está prohibida, el transporte de escombros en las noches, prohibido el transporte de cilindros. Hemos tomado las medidas de la Ley Seca, afectando a comerciantes que tienen sus legítimos y mixtos negocios de discotecas, de bares, etc. Pero bueno, hemos tenido que tomar medidas para tratar de conservar el orden público. La gente se encuentra muy molesta incluida por esa medida, pero ayer lo que han despertado es una solidaridad grandísima para con los campesinos y un rechazo enorme para con esa forma de solucionar el conflicto que nadie las entiende. Nosotros creemos que hoy el paso está igual que ayer, no es fácil llegar al municipio de Pitalito, pero pues claro un periodista, una misión humanitaria, misiones medicas no van a tener ningún inconveniente, todo lo contrario, dialogando con los campesinos y conociendo sus necesidades, ellos mismos van abrir el paso para que puedan circular.