Albeiro Castro Yépez
Las afugias económicas tanto del departamento del Huila como del municipio de Neiva permitieron la realización de un experimento que además de resultar exitoso bien podría retomarse como un elemento para la reingeniería del Reinado Departamental del Bambuco. En aquella época, finales de la década de los noventa, el gobernador Jaime Bravo Motta convocó a los alcaldes para invitarlos a cofinanciar la realización del Reinado Departamental del Bambuco, encontrando positiva respuesta de Pedro Martín Silva Alcalde de Pitalito, un ejercicio que a mi juicio fue un buen modelo de organización y comportamiento ciudadano.
A los hoteleros les fue muy bien pues lograron la máxima ocupación con las delegaciones y con la concurrencia de los vecinos, resultaba evidente la presencia de paisanos que llegaron a Pitalito motivados por vivir el evento en un ambiente y clima similar al de casa, sin tener que aguantar el insoportable calor de Neiva. La verdad las sedes donde se realizaron los actos protocolarios resultaron ajustados a las necesidades, incluida la ruta para el desfile folclórico,
La curiosidad se centró en el almuerzo, obligaba servir el tradicional Asado Huilense, visitamos entonces a Doña Tere la autoridad de la época en los temas gastronómicos del Valle de Laboyos, una muy agradable sorpresa, pues la carne del cerdo previo al asado se cocina aderezada con aromáticas, además de las tradicionales: tomillo, laurel, orégano, se agregaba una generosa porción de cilantro en pepa, proceso que una vez culminaba se le deja reposar para luego agregarle los tradicionales sabores del ajo, la cebolla junca incluido su follaje y la correspondiente salpimentación, de tal manera que, el horneado le da el toque final del color dorado a la zona perimetral y amplia gama de rosados y blancos a la parte interna, ya en el paladar su textura es muy suave y por supuesto explota la mezcla de sabores, en cuanto al acompañamiento se utilizan los tradicionales y de postre un arroz con leche asado en horno de barro, aun guardo en mi memoria tan deliciosos sabores.
Me parece que la experiencia vale la pena evaluarla y de ser posible repetirla, hoy los municipios cuentan con mejores equipamientos logísticos para atender este tipo de eventos, como también de planta de alojamiento y restaurantes tipo gourmet y algunos con hermosos paisajes como es el caso de La Floresta en Garzón, adicionalmente los municipios con sus empresarios y patrocinadores concurren con el apoyo a la financiación del evento, en términos de equidad le permite a las comunidades de su entorno vivir la experiencia, seguramente los primeros en postularse serían Pitalito, Garzón y La Plata, pero otros se animarían a mejorar su dotación urbano funcional, sin desconocer su aporte al fortalecimiento de la huilensidad.