Lo dice aquel adagio popular ‘cuando río suena, piedras lleva’, el cual cae como anillo al dedo ante los rumores de enajenación de activos de la Nación, que tomaron fuerza con la resolución 2725 de 2021, donde el Gobierno anunció la actualización de sus activos, con posibilidades de enajenar su participación en empresas del sector eléctrico.
Son pocas las electrificadoras del país que aún permanecen en cabeza del Estado, caso Caquetá, Meta y Huila. Esta última, la nuestra, empresa de economía mixta donde la Nación tiene el 83% de participación, la Gobernación el 14%, y 3% en cabeza de 30 municipios. A pesar del mal servicio y altas tarifas, hay sentido de pertenencia con la compañía.
Oportunamente el gobernador Luis Enrique Dussán, ‘tomó el toro por los cuernos’, al reunirse con el Ministro de Hacienda, para saber de las intenciones del Gobierno Nacional y qué alternativas hay frente a la Electrificadora. La respuesta fue “Nosotros no tenemos ninguna decisión de enajenación. Lo que hacemos, es optimización de los activos, para tener una valoración adecuada de cada uno de ellos”.
El Gobernador dio parte de tranquilidad al término del encuentro. Es claro que el actual Gobierno no va a enajenar la empresa, pero no sabemos qué piense el que llegue en 7 meses. El Gobernador tiene claro el papel que debe jugar la región frente a una eventual enajenación: 1-Interpretar a los huilenses, oponiéndose a la privatización 2-Como plan B buscar una mayor participación del departamento comprando un paquete accionario 3-En cualquiera de las circunstancias, lograr la materialización del reclamo que está en curso desde el 2007 para que sean reconocidas por parte de la Electrificadora la deuda de la empresa por la inversión en infraestructura eléctrica que ha realizado por varias décadas el departamento. Cuando tuve la fortuna de ser Gobernador del Huila, di poder a un buffet de abogados especializados en la materia para que mediante acciones legales reclamara la inversión que hemos hecho en infraestructura en la jurisdicción que corresponde a la Electrificadora del Huila, lo que mis sucesores -pocas bolas le pararon-, por fortuna retomada por el actual mandatario de los huilenses, reiterada en la reciente reunión con el alto Gobierno donde la puso sobre la mesa.
La Electrificadora del Huila no está en venta, pero tenemos que estar con ojos abiertos en estado preventivo, y si las ansias privatizadoras llegan, que privaticen lo que se les de la gana pero nunca una empresa de servicios públicos. Cuando una empresa de esta naturaleza por cualquier mecanismo es manejada por un particular, el interés de lucro es insaciable vía tarifas y los paganini son los usuarios, la comunidad entera. Estaremos vigilantes frente a este caso, y a otros.