La Nación
La familia perfecta no existe, ¡ni en la Biblia! 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La familia perfecta no existe, ¡ni en la Biblia!

René Jiménez Cobos

Conocemos la historia de Adán y Eva, de Abraham, Sara y sus hijos, de José cuando fue vendido por sus hermanos, en fin, podríamos decir que tenían muchos problemas familiares, incluso en la familia de Jesús, ¡José y María lo perdieron tres días! En la Biblia encontramos familias imperfectas pero que impactaron a generaciones para bien porque nunca se soltaron de Dios.

Cuando no nos soltamos  de Dios, nos volvemos imparables, incluso con nuestras imperfecciones, y se vuelve posible ver a nuestra familia como un regalo y no como un error.

Nunca estaremos de acuerdo con otra persona en todo, ni siquiera con nuestro cónyuge o nuestro mejor amigo. De los casi ocho billones de personas que hay ahora en el mundo, no hay una sola persona como tú. Eso quiere decir que no habrá nadie con exactamente el mismo punto de vista que el tuyo en cuanto a la vida, la política, el dinero, las relaciones o la religión. Nosotros somos únicos y la persona a tu lado también lo es.

Aunque todos somos diferentes, aun podemos amar a otros. ¿Por qué es importante amar a la gente cuando claramente no tenemos el mismo pensamiento?

Porque Jesús lo dijo, “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34).

Cuando Jesús nos mandó a amar a otros, no dijo que teníamos primero que estar de acuerdo con ellos. Así que, ¿cómo se ve el amor?

el amor pone a los otros primero, el amor busca lo mejor, el amor muestra respeto, 
el amor busca unidad,
 el amor no es egoísta, 
el amor ofrece lo mejor, 
el amor muestra paciencia.

Amar a otros implica dolor, el amor significa dar de ti mismo, el amor significa exponer tu corazón a que sea potencialmente herido. El amor significa ser desinteresado y pensar en las necesidades de otros antes de pensar en las nuestras. Nunca amaremos a alguien sin la incomodidad que ello implica.

No es fácil, pero amar a otros es algo a lo que estamos llamados a hacer, aun a la gente con quien no estamos de acuerdo.