La Nación
La inoperante y costosa Asamblea del Huila 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La inoperante y costosa Asamblea del Huila

833 mil pesos nos cuesta diariamente un diputado del Huila en las sesiones extraordinarias realizadas durante enero y febrero de 2022. En total son casi 10 millones de pesos diarios destinados al pago de los corporados; dineros que se les transfieren independientemente de que realicen las sesiones, decidan no asistir o lo hagan desde la virtualidad. En total estas extras de inicio de año costaron, en pago a diputados, 360 millones de pesos.

De los 36 días de sesiones extraordinarias convocadas por el Gobierno Departamental, los diputados tan solo tuvieron 19 sesiones plenarias, la mayoría sin ningún punto en el orden del día, más allá de llamar a lista y legalizar el cobro de la sesión.  Si bien no se exige que deban sesionar todos los días, los mismos diputados coinciden en que éste fue un periodo improductivo principalmente por el incumplimiento del Gobierno Departamental en la radicación de los proyectos.

En total fueron cuatro Decretos de sesiones extraordinarias que iniciaron desde el 21 de enero y que se fueron prorrogando precisamente porque los secretarios no radicaron a tiempo las iniciativas, y cuando llevaron algún proyecto ya no había tiempo para darle tramite, por lo que tenían que prorrogar nuevamente las extras y aplicar “mensajes de urgencia” con falsa motivación, pues se había tenido todo el tiempo para darles el trámite ordinario y no a las carreras como tuvieron que hacerlo.

Así las cosas, de los nueve proyectos anunciados por el ejecutivo para justificar el llamado a extras, se tramitaron seis, que fueron trayendo a cuenta gota cada semana, lo que generó que en varias ocasiones se llegara la hora de la sesión y no hubiese tema para discutir, además de la imposibilidad de la corporación para tratar temas distintos a los expresados por el Gobierno en la convocatoria de sesiones.

La Asamblea sustenta su razón de ser en principios de eficiencia, eficacia y austeridad en el gasto público; en esencia, custodian a través del control político la inversión eficiente de los recursos y funcionan como un contrapeso al Gobierno. Contrasta entonces que 360 millones de pesos se hayan esfumado en poco más de un mes de sesiones, aprobando seis proyectos que pudieron haber salido en una semana. Independientemente de quien sea la responsabilidad, son millonarios recursos que no fueron eficientemente invertidos y que debieron contar con la protección beligerante de los diputados, independientemente de que se afectaran incluso sus propios bolsillos.