Aunque en otros tiempos se esperaban los primeros cien días para ponerle el marcador, en solo cuatro semanas Petro ha logrado lo que muchos de sus antecesores no alcanzaron en el mismo lapso. Luces y sombras.
RICARDO AREIZA
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En solo cuatro semanas de su posesión, el presidente Gustavo Petro selló una sólida coalición en el Congreso con el apoyo de los principales partidos tradicionales, pero además, en tan corto periodo, comenzó a marcar su derrotero, con avances y retrocesos, propios del debate público, iniciando su mandato.
Con un 69 por ciento de favorabilidad, según la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría contratada y publicada por la revista Semana, afecta a la oposición, Petro conserva un sostenido respaldo popular y mantienen enormes expectativas en sus propuestas de cambio.
En Bogotá alcanzó un 77 por ciento de favorabilidad. En la región Caribe, obtuvo el 75 de favorabilidad. En el centro oriente del país, incluido Huila, fue del 62%.
Luna de miel
“Con una tendencia favorable en las encuestas que va desde un 56%, según Invamer, hasta un 69%, según el Centro Nacional de Consultoría, el arranque de Petro en el gobierno aún tiene visos de luna de miel, con mezclas de aciertos y desaciertos propios de un primer mes al mando”, reveló la cadena CNN.
Pero no es la única. “La luna de miel con Gustavo Petro se profundiza y la tendencia de optimismo se ha hecho extensiva a casi todas las demás instituciones del país”, expresó la analista Juanita León, directora de la Silla Vacía, al comentar otro estudio de Invaner Poll.
“La luna de miel de Petro con su electorado parece intacta”, destacó el portal independiente Razón Pública.
Sustancial viraje
Aunque en otros tiempos se esperaban los primeros cien días para ponerle el marcador, en solo cuatro semanas Petro ha logrado lo que muchos de sus antecesores no alcanzaron en el mismo lapso.
El presidente Gustavo Petro, quien acaba de cumplir el primer mes de su ascenso a la Casa de Nariño, consolidó el miércoles pasado las mayorías en el Congreso. Impensable pero real.
Contrario a lo que se pronosticaba, el país comenzó a sintonizarse con el Pacto Nacional. Los gremios pese a sus temores iniciales y sus requerimientos, los partidos y otros sectores dieron un sustancial viraje antes de lo esperado. Incluso el ex presidente Uribe, su duro contradictor, con sorpresivo pragmatismo dio claras señales de ese propósito, aceptó una primera reunión y se declaró en oposición sensata menos visceral y más constructiva.
“Para defender la democracia es menester acatarla. Gustavo Petro es el Presidente. Que nos guíe un sentimiento: Primero Colombia”, exclamó. Ese trino esperanzador le tapó la boca a muchos de sus seguidores que aparecieron en las redes como enceguecidos pregoneros del caos.
Incluso, en esta agenda común han logrado sellar consensos, entre otros, para elegir al ex congresista huilense Álvaro Hernán Prada en el Consejo Nacional Electoral. Esa elección no fue una decisión autónoma. Pese a los reparos sobre las investigaciones que lo obligaron a renuncia de su credencial, hubo un acuerdo político con el Centro Democrático para respaldar su nombre.
Ese acuerdo nacional, es sin duda, una señal positiva para lograr la aprobación de las reformas que el nuevo gobierno comenzó a presentar.
Sellada unidad
Los partidos Conservador, Liberal y de la U, tres de las bancadas más representativas del legislativo, sumados a los movimientos alternativos se declararon como partidos de Gobierno.
El Pacto Histórico, liderado por los presidentes del Senado, Roy Barreras, y la Cámara de Representantes, David Racero, incluye a la Unión Patriótica, la Colombia Humana, el Polo Democrático, MAIS, ADA, Comunes y el Partido Verde, cuenta con el apoyo de 79 de los 108 senadores y más de 140 de los 187 representantes.
Independientes
Sin que signifique oposición otros sectores como Cambio Radical, liderado por el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras; el Nuevo Liberalismo, el movimiento Dignidad, dirigido por el ex senador del antiguo Moir, Jorge Enrique Robledo y el partido Colombia Justa y Libres, que aglutina a sectores cristianos, se declararon independientes.
En la oposición
Solo quedaron en la oposición el Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe, el más representativo. También el Partido Verde Oxígeno, de Ingrid Betancourt, que no tiene congresistas y la Liga de Gobernantes Anticorrupción, cuyo vocero es el excandidato presidencial Rodolfo Hernández, el único senador y tres Representantes a la Cámara.}
Sólido respaldo
El apoyo más significativo lo recibió del Partido Conservador, una fuerza política tradicionalmente de derecha con 10 senadores y 25 representantes a la Cámara, se declararon en la bancada de gobierno.
No en vano el canciller, Álvaro Leyva, de origen conservador y con reconocida trayectoria militante en esa colectividad ambientaron ese acercamiento conjuntamente con el Directorio Nacional Conservador.
El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y sus viceministros, cuotas conservadoras, representan la tendencia mayoritaria.
Lo mismo ocurrió con el Partido Liberal, liderado por el expresidente César Gaviria. El liberalismo ratificó su permanencia en la coalición de gobierno. “El Partido Liberal firme en sus convicciones y con renovado carácter para construir a partir de la diferencia”, reiteró en un comunicado público.
El Partido Liberal quedó representando en el gabinete con los ministros de Justicia, Néstor Osuna; Agricultura, Cecilia López Montaño; Vivienda, Catalina Velasco y el consejero presidencial para las regiones, Luis Fernando Velasco, clave durante la campaña, entre otros.
El Partido de la U otra fuerza parlamentaria significativa, con 10 senadores y 15 representantes, entró en el acuerdo nacional. También hizo público su respaldo al Gobierno este miércoles después de que se rumoraba un distanciamiento.
En ese partido que lideró el ex presidente Juan Manuel Santos, estuvieron el presidente del Senado, Roy Barreras, el embajador en Caracas, Armando Benedetti, dos de sus principales escuderos. También su secretario de presidencia, Mauricio Lizcano y ahora con Sandra Urrutia, ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Política exterior
En estas primeras cuatro semanas, el mandatario colombiano marcó una nueva dinámica en su política exterior comenzando por el reconocimiento de la comunidad internacional, la Comunidad Europea y los organismos internacionales.
En la primera semana el presidente Petro logró reuniones de alto nivel con países como Estados Unidos, Chile, México, Cuba, Japón y con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que le ratificaron la intención de acompañarlo en sus principales propuestas. Ante había presidido el primer encuentro diplomático con los delegados de la Unión Europea.
Primero recibió el mejor espaldarazo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Luego, en tiempo récord, una delegación oficial le ratificó los deseos del presidente Joe Biden para fortalecer las relaciones bilaterales. Esa misión fue liderada por Jonathan Finer, secretario principal adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos. También asistieron Phil Gordon, asesor de Seguridad Nacional de Kamala Harris; Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental; Juan González, director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, y Francisco Palmieri, embajador encargado en Colombia.
Primeros resultados
El apoyo a la reforma tributaria anunciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) es otra clara señal.
Como lo había anunciado su política exterior en apenas cuatro semanas entró con resultados evidentes.
La nueva política exterior comenzó con el restablecimiento de las relaciones comerciales y diplomáticas con Venezuela, con un hecho cumplido: La frontera entre los dos países se reabrirá el 26 de septiembre luego de siete años de cierre total. La reactivación de vuelos entre los dos países entró en la cuenta regresiva. Avianca, cubrirá más del 50% de los vuelos Caracas-Bogotá,
El segundo paso será la creación de una zona especial económica en la frontera para dinamizar el comercio binacional.
Consensos
Aunque es imposible exigir resultados en solo cuatro semanas desde que asumió el poder, el nuevo gobierno sigue avanzando, en medio de la natural confrontación, para encontrar consensos.
Tal como lo anunció en campaña, Petro cumplió al entregar una propuesta de reforma tributaria con mensaje de urgencia, prácticamente al mismo tiempo con la puesta de la banda presidencial el pasado 7 de agosto. La meta es aprobarla en este mes. Incluso por un acuerdo con gremios y partidos, la reforma laboral, será presentada el próximo año.
Aunque la meta inicial eran 50 billones, la propuesta está más aterrizada y el recaudo esperado está en 25 billones. Y es posible que se reduzca un poco más.
Según analistas por lo menos el 23% de la reforma ya tiene el pleno aval de todas las bancadas
Los temas sensibles como la transición energética, minería, carbón y petróleo, está en proceso de construcción y se discute con los gremios y los partidos.
La paz total
La propuesta de ‘Paz total’, la bandera del gobierno, también arrancó ante de cumplir el primer mes. La reanudación de los diálogos con el Eln, en el punto que quedaron revivieron las esperanzas.
Las voces de respaldo de antiguos jefes paramilitares como Salvatore Mancuso, alientan esa propuesta.
Con la creación de una Comisión Accidental de Paz se avanza en la instalación de los Puestos de Mando Unificado en 67 municipios priorizados donde se ejecutaran planes de choque en defensa de la vida de los líderes sociales. En la última semana se instalaron en Cauca, Catatumbo, Itagüí y Huila, las primeras brechas para labrar un camino, duro de recorrer.